miércoles, 8 de enero de 2014

Los colores del dólar: estos son los precios que encuentran hoy día los argentinos para hacerse de divisas

Las restricciones han hecho que se multipliquen las alternativas para dolarizar tenencias. Cada una está asociada a una cotización. Algunas de ellas son legales, lo que posibilita tener una contabilidad más ordenada, además de hacerse de billetes a un valor más bajo que el del blue


El cepo cambiario cerró de forma abrupta la posibilidad de comprar dólares libremente en el mercado oficial al precio que cada día determina el Banco Central.

Pero al bloquearse esta vía se fueron abriendo otras -menos conocidas para el público en general- que posibilitaron el acceso al billete verde, aunque a precios superiores a los que se fijan en el "mercado único y libre de cambios" (al menos esta definición se mantiene invariable para el sistema cambiario argentino).

Claro que de todos ellos, el más difundido es el circuito del "blue" que se comercializa en las cuevas, al que acuden los individuos que buscan convertir sus pesos en divisas para atesoramiento, realizar operaciones inmobiliarias o viajar al exterior.

Por lo pronto, las restricciones cambiarias han dejado en claro que particulares y empresas están dispuestos a pagar un sobreprecio para dolarizar sus tenencias, respecto al valor fijado por el Banco Central.

Así las cosas, la divisa estadounidense ha ido tomando distintos colores. Es decir, diferentes cotizaciones según el camino elegido, como ser:

Extracciones de efectivo en el exterior.
Dólar tarjeta o turista.
Conta con liqui.
Conta con liqui "casero".
Cable "white".

En tanto, se le puede sumar al blue una versión del "dólar cable", que se opera por fuera del sistema.

En la práctica, existen al menos cinco formas legales y dos informales que permiten satisfacer la incesante demanda de billetes verdes. 

Respecto a las metodologías legales, la operatoria de "conta con liqui casero" es una alternativa relativamente sencilla, en tanto que otras -como la del conta con liqui tradicional- requieren de cierto grado de sofisticación y de un "apoyo externo", pues se necesita poseer una cuenta abierta en un banco del exterior.

Precios para los diferentes colores 

El precio que se deberá pagar para hacerse de dólares mediante estas alternativas puede ser de entre un 30% y un 60% más que la "referencia" oficial del BCRA.
Esta variación dependerá, básicamente, de la transparencia, volumen y marco legal asociado a los distintos mecanismos.

Si se confecciona un ranking de las formas más habituales de acceso al billete verde, se observa un valor mínimo ("cable blanco") niveles intermedios (turista, conta con liqui) hasta llegar a los precios más elevados (blue o cable negro). 

En el siguiente cuadro se pueden ver las cotizaciones implícitas que se deben abonar para cada uno, que van desde los $8,80 hasta los $11: 



1. Dólar cajero

La normativa vigente permite retirar hasta u$s50 por mes cuando se viaja a países limítrofes que serán debitados de la tarjeta de crédito (curiosamente se incluye a Perú). Y posibilita extraer u$s800 mensuales en los no limítrofes.

El monto se convierte al tipo de cambio del día, aunque se le deberá sumar el recargo del 35% más las comisiones que cobran tanto el banco como la entidad que realiza el pago.
También debe considerarse la tasa que se aplica sobre el monto extraído. Además, se suma la opción de retirar dinero con la tarjeta de débito, siempre y cuando la persona sea titular de una cuenta en dólares con saldo.

2. Dólar turista o tarjeta

De todas las alternativas, la que menos depende de la voluntad del interesado es la del "dólar turista en cash", ya que para acceder al mismo se deben sortear las exigencias no escritas de la AFIP.
Aún existen grandes interrogantes respecto del criterio que utiliza el fisco a la hora de determinar a quiénes habilita para hacerse de dólares y a quiénes no, que van más allá de la capacidad contributiva del solicitante. 

Claro que cuando se restringe la cantidad de billetes por persona y por día de viaje el efecto inmediato es el de la suba del blue, que es por donde se canaliza la mayor demanda. 

3. Conta con liqui casero 

Esta operatoria volvió a funcionar luego de haber sido prohibida en julio por Guillermo Moreno, en su intento por frenar el avance del billete informal. El mecanismo es el siguiente:

Se ordena la compra en pesos de un determinado bono.
Por lo general es el Bonar X (AA17) o el Boden 2015 (Ro15).
Se lo conserva por un lapso de 72 horas, (plazo legal mínimo).
Se da el mandato de venta a la sociedad de bolsa pero, esta vez, en dólares.
Así, se acreditan los fondos en el banco local y se completa la transacción. 

Para este proceso, se debe contar con una cuenta bancaria en pesos y otra en dólares.
De todo este proceso se encarga la entidad bursátil y la persona puede hacerse de billetes a una cotización menor a la del blue. 

Más allá del "ahorro" logrado con este "dólar bono", cobra relevancia el hecho de que la legalidad de la operación permite manejar una contabilidad prolija y, además, resulta más segura que movilizarse con dinero a una cueva.

Últimamente son muchos los particulares que se sumaron a esta operatoria, aseguran varios operadores de la city porteña consultados por iProfesional.

"Viene creciendo de manera sostenida y en días de gran actividad puede llegar a mover un gran volumen", destaca a este medio un operador cambiario. 

Para Horacio Corneille, director de la Sociedad de Bolsa que lleva su nombre, la cantidad de transacciones podría ser aun mayor, pero siempre está el temor infundado a no poder retirar luego los billetes verdes.

"Hasta ahora no hemos tenido ningún problema para que los particulares cobren. Sobre todo, les interesa a los que tienen pesos en blanco", aclara.

4. Cable "White" 

Su mecanismo es similar al del "conta con liqui casero", pero con una pequeña diferencia: en vez de acreditarse los fondos en una cuenta en dólares en el país, se canaliza en una entidad del exterior.

En este caso, la comisión que cobra la sociedad de bolsa local ronda el 4% del total.

5. Conta con liqui

La operatoria consiste en comprar una acción que cotice tanto en el mercado local como en el exterior.

Por lo general, se eligen papeles que se negocian en Wall Street bajo la forma de ADR.

Es decir, certificados que representan un determinado número de acciones de una compañía extranjera. 

En el caso argentino los más utilizados son YPF, Grupo Galicia, Macro y Tenaris.

El mecanismo es similar al del "conta con liqui casero", pero con la diferencia de que en vez de venderse localmente, se pide al agente de bolsa que transfiera la tenencia a una cuenta del exterior.

6. Cable "black"

Es una de las operaciones más riesgosas, pues implica una gran dosis de confianza en el operador, ya que se deben dejar los billetes en poder de una financiera para que ésta los acredite fuera del país. Por ello, se requiere contar con una cuenta en dólares en el exterior. 

El costo varía según quién lo realice, pero en general ronda el 1% por encima del blue.
Lo que suelen hacer estos intermediarios es "calzar" los fondos de quienes necesitan traer dinero con los de aquellos que tratan de sacarlos del país.
De modo tal que los billetes físicos, en realidad, nunca "viajan" o se mueven lo menos posible. 

La paciencia rinde sus frutos

Existe otra alternativa que va más allá de estos "colores" mencionados, más económica, pero que requiere de una elevada dosis de paciencia. Se trata simplemente de comprar determinados bonos y "olvidarse" que se los tiene.

En otras palabras, adquirir por ejemplo el Boden 2015 o el Bonar X y aguardar a sus respectivos vencimientos, que en estos casos son en octubre del próximo año o en junio de 2017. 

En el primer caso, el dólar implícito actual que obtendrá quien lo compre surge de tomar su precio de mercado y dividirlo por su valor técnico al vencimiento.

Hoy la cotización en bolsa ronda los $908. Eso es lo que paga quien adquiere el derecho a cobrar las sucesivas rentas (intereses) y el 100% de capital a su vencimiento. En este caso, el dólar implícito futuro de este bono (908/103) es de unos $8,78 por dólar.

Mientras que para el Bonar X, su precio de compra, aplicando la misma fórmula, es de $7,88.

Todas estas alternativas para acceder legal o ilegalmente al dólar no hacen más que mostrar el interés por refugiarse en una moneda dura, que es reserva de valor permanente y que, pese a las intervenciones oficiales, reacomoda su precio según oferta y demanda.

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