lunes, 30 de diciembre de 2013

Alertada por la devaluación, la Corte colocará los fondos judiciales a plazo fijo

Con el objetivo de que los fondos judiciales depositados en el banco no pierdan poder adquisitivo, la Corte Suprema optó por ‘cubrir‘ a beneficiarios de esos recursos


La inflación y la devaluación, como la navidad y el año nuevo, “toca” a todos por igual. El impuesto inflacionario, que se aplica a todo aquél que utilice la moneda de curso legal y forzoso, suele generar inquietud cuando no incertidumbre. 

Por eso el Máximo Tribunal se puso firme frente a la fuerte depreciación de la moneda que el último mes llevó a cabo el Banco Central. Mientras Juan Carlos Fábrega se apresta a registrar una devaluación para el peso del 30% en el año (aunque a una velocidad sensiblemente mayor en las últimas semanas que arroja un incremento de 50 centavos), la Corte Suprema puso la lupa en la pérdida de poder adquisitivo y deterioro que registran los fondos judiciales inmovilizados. Por esa razón, ha ordenado colocarlos a plazo fijo en el Banco Nación a una tasa que podría ubicarse entre un 17% y 20% anual. En rigor, en las últimas horas, se acordó el traslado de los depósitos de las cuentas judiciales a cuentas en plazo fijo.

La decisión se desprende de la acordada 42/2013 y lleva la firma de los siete miembros del supremo tribunal. A la vez, hace referencia a la ley 26.764 al señalar que los depósitos judiciales de los tribunales nacionales y federales de todo el país se efectúan en el Banco Nación. Según la Corte, los depósitos quedan “inmovilizados” en las cuentas, “con el consiguiente deterioro de su valor provocado por la depreciación de la moneda entre el momento en que se efectúa el depósito y el que se cumple al devolverlo”. Así, el Máximo Tribunal acordó que el plazo fijo sea por 30 días renovable automáticamente y que los certificados emitidos de los plazos fijos queden en el banco.

A la vez, dispuso que la devolución del depósito (más sus intereses o su transferencia a la cuenta indicada por el Tribunal), “se hará efectiva al vencimiento del último período de renovación. Los Secretarios del Tribunal, comunicarán por oficio lo que se decida acerca del destino de los fondos”.

El pedido de la Corte se da en el marco del traslado de todos los fondos judiciales del país al Banco Nación, que impulsó el kirchnerismo en el 2012 y se sancionó como ley en junio de ese año. Hasta ese entonces, los depósitos de la Corte y de los tribunales que operaban en la Capital Federal iban a parar al Banco Ciudad.
Plazofijismo ‘reloaded’

Diciembre será el mes con mayores tasas para el plazo fijo. Motorizada por la aceleración de la tasa de devaluación, la inflación y la menor liquidez que tienen los bancos, la tendencia de las últimas semanas fue hacia arriba. ¿El único contratiempo? La vocación del Banco Central para tratar de “cortar” la escalada y no encarecer el crédito. Sucede que la entidad rectora no convalida subas de tasas en las licitaciones de letras semanales y el Anses acuerda plazos fijos en bancos privados cercanos a la Badlar. De todos modos, los depósitos mayoristas privados se llevan entre el 19% y 20% de remuneración (unas semanas atrás tocaron 22%), pactadas por períodos cercanos pero superiores a los 30 días. En tanto, los minoristas empiezan a negociar desde el 16,5 al 17%. 

Incluso en los últimos días, y en línea con lo que anticipaba el mercado, el call volvió a dispararse: la tasa interbancaria marcó un nuevo récord en el año al alcanzar un 34%, un alza que luego se recortó al 30%. Los bancos públicos siguen siendo los más necesitados de pesos para cumplir con sus compromisos, y si bien el Banco Nación –la entidad que suele abastecer de liquidez al mercado– reapareció, son más los “tomadores” que los “colocadores”. De todas formas, a pesar de estar necesitados de pesos, los “players” decidieron no vender sus dólares.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Déficit fiscal + emisión monetaria = inflación

Por Gustavo Perilli

Quienes abogan por la teoría monetaria de la inflación también afirman que el desempleo se encuentra en niveles alarmantes. 

Pero se contradicen: si hubiera desempleo e inflación en paralelo, ésta no sería de origen fiscal/monetario

Se suele asegurar que "el rojo fiscal" (exceso de gasto sobre ingresos públicos) y la emisión monetaria constituyen la fórmula infalible y "la piedra angular" del proceso de generación de inflación. Por consiguiente, el suministro de una adecuada prudencia en la administración de los recursos públicos y un Banco Central independiente de la Tesorería, aseguran una perdurable estabilidad de precios. En estos intercambios, resulta interesante observar la manera en que se sublima esta teoría de la inflación sin que se diga algo sobre las estrategias individuales que, en el seno de toda sociedad, procuran poder, modifican sus expectativas (y accionan) y de un Estado que, con sus falencias y "su corrupción a cuesta", brega por mantener la equidad en la distribución del ingreso. 

La conservación de las finanzas públicas es sinónimo de tranquilidad para el sector privado (familias y empresas) porque supone que no ocupará recursos (no desplazará al sector privado). 

Tanta psicosis origina entre éstos la noción de la intervención del Estado que, con el objeto de modificar eventuales estados de pesimismo, las autoridades la utilizan para revertir o afianzar expectativas. Veamos un ejemplo. Meses antes de que el plan de convertibilidad ingresase "en la recta final", el ex ministro Domingo Cavallo intentó doblegar la dirección de los acontecimientos anunciando una propuesta de "déficit fiscal cero" (gasto igual ingresos públicos) ante la manifiesta imposibilidad de seguir recibiendo crédito externo. ¿Qué intentaba demostrar? Que el país estaba dispuesto a esforzarse para honrar la deuda, estimulando el crecimiento económico a través de una receta de "Estado ausente / sector privado eficiente": el culto a la preservación de la libertad de mercado y la competencia. Cuando la noticia se escuchó en Washington, el ex presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Alan Greenspan y la ex subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ex compañera de trabajo de Cavallo en el organismo durante la década del ochenta, Anne Krueger, celebraron, mientras que, en el plano local, una Unión Industrial Argentina (UIA) comandada por Ignacio de Mendiguren, aplaudía extasiada la medida pese a que, durante décadas, "la siempre industria naciente argentina" contribuyó a la erosión fiscal gracias a sus recurrentes necesidades de manutención.

Más allá de "los dimes y diretes" y las perturbadoras escenas políticas nocivas para el sistema económico, la teoría económica tiene mucho para decir. Siempre existió consenso en que la inflación impulsada por emisión monetaria requería una actividad económica trabajando al máximo de su capacidad, es decir con la totalidad de los trabajadores y los bienes de capital ocupados en la producción o, alternativamente, con desempleo nulo. Curiosamente, quienes abogan por la teoría monetaria de la inflación en la Argentina actual también afirman que el desempleo se encuentra en niveles alarmantes. Diagnostican inflación fiscal/monetaria sin pleno empleo pero se contradicen: si hubiera desempleo e inflación en paralelo, ésta no sería de origen fiscal/monetario.

Sobre dinero e inflación, un nutrido número de autores trabajó incansablemente y todo todavía sigue siendo materia de debate. Por ejemplo, K. Wicksell, 1907, I. Fisher, 1932; M. Friedman, 1968; K. Brunner, 1970; H. Johnson, 1972; M. Parkin, 1975; A. Metzler, 1976 y 1977 y D. Laidler, 1975, 1976 y 1981 afirman en general que existe inflación monetaria si se cumplen que:

1. Sector privado (empresas y familias) estable garantiza el regreso del sistema al equilibrio de pleno empleo automáticamente (inexistencia de desempleo).

2. Economía en pleno empleo pese a los efectos distorsivos de los impulsos monetarios.

3. Emisión monetaria genera empleo en el corto plazo y sólo sube precios en el largo plazo.

4. Interferencia nula de políticas económicas para estimular la demanda (fiscal/monetaria). Aceptación de una política monetaria sólo para establecer reglas de largo plazo.

El cumplimiento de estas condiciones revela que el diagnóstico de inflación fiscal/monetaria de la Argentina es, al menos, dudoso. Entre los cuatro puntos de arriba, en tres aparece el requerimiento de "pleno empleo" como condición sine quanon para su existencia, mientras que en el primero está presente la estabilidad del sector privado. En la Argentina, el pleno empleo ha sido un lejano deseo, mientras que la estabilidad del sector privado, todo un desafío. En este caso particular, estabilidad supondría que el productor NUNCA claudicare en su inspiración creadora; NUNCA modificase sus stocks arbitrariamente; NUNCA mantuviera planteles y producción sin registrar en el fisco; NUNCA utilice créditos con subsidio de tasas de interés para un motivo distinto del acordado con el banco, NUNCA presione gobiernos a través de sus huidizos emisarios y, por último, NUNCA sobrefacture importaciones y subfacture exportaciones en tiempos de devaluación de la moneda. Con respecto al consumidor, su estabilidad presupondría poseer patrones de consumo regular y racional (sin euforias, ni depresiones), requisito que, por diversas cuestiones, nunca se cumplió. Como no se verifica pleno empleo y la estabilidad del sector privado es imposible, saber con certeza si la inflación que acosa actualmente a la Argentina es de naturaleza fiscal/monetaria es imposible (aunque las series puedan correlacionarse desde 2011).

No se intenta afirmar que un déficit fiscal financiado con emisión de dinero nunca genera inflación en la Argentina, sino que debe emerger bajo circunstancias y situaciones estrictas tales como las ya mencionadas. Puede ocurrir, de todos modos, que el exceso de liquidez monetaria (originado en el déficit fiscal), el aumento salarial vía paritarias, la tasa de interés real negativa y la generación de nocivas expectativas, constituyan un férreo estimulo para la demanda que, aunado con el techo que le impone las limitaciones de la oferta ("no hace bien su trabajo", dicen sus críticos), desemboquen en inflación. No es una inflación fiscal/monetaria la que se está describiendo entonces, sino una conjunción de efectos que fortalecen la demanda, aumentan el empleo y comprimen la limitada capacidad productiva de una oferta que históricamente (y voluntariamente) ha sido deficiente. 

No se puede hablar de inflación fiscal/monetaria sin hacer un análisis exhaustivo del contexto y las condiciones y del rol que le cabe al empresario privado. Exige entender y admitir la contribución de interacciones sociales complejas, no simplemente utilizar reglas nemotécnicas (más déficit fiscal, más inflación) que, por su simple instalación en el público, lamentablemente inducen procesos que se trasladarán en el tiempo. La inflación es un fenómeno de múltiples aristas, quienes la entienden deben hacer el esfuerzo por actuar con responsabilidad especialmente en estos tiempos de crisis.
lación

jueves, 26 de diciembre de 2013

Dos escenarios que podrían marcar a la economía del año próximo

Señales de continuidad para el deterioro de las cuentas públicas vía emisión monetaria que financie décifit y avance de los precios


El ministro de economía, Axel Kicillof.

Antes de las elecciones del 27 de octubre, la macroeconomía estaba tensa: pérdida de reservas, explosión de emisión de moneda preelectoral y tasa de inflación consolidada al 2% mensual. Después de la elección la tensión se acrecentó. Las reservas profundizaron la caída, la "maquinita" de emitir para el fisco no da abasto y los precios están en un "viva la pepa" intentando arañar en diciembre el 4%.

Si la insinuación de un nuevo estilo más dialoguista y abierto, o de un enfoque internacional menos aislacionista para encarar algunos temas irresueltos (empezando por YPF), a esta altura ya se han licuado es una incógnita. Pero dejarán de serlo si no se encaran en serio los problemas de la macro de fondo que no han sido siquiera diagnosticados.

Por ahora, la política económica ha subestimado la tensión. No hay por el momento medidas de relevancia. El impuesto y nuevo cepo a los autos, electrónica y turismo parten de un error de diagnóstico. La letra para que los exportadores anticipen divisas, los dólares de Chevron e YPF a la Martínez de Hoz y las búsquedas de "repos" costosísimos para el país, solo intentan atrincherar los "30.000 millones de reservas". No hay anuncios para emitir menos y en precios hay intento de congelamiento con buenos modales y atacando "la cadena de valor".

Estiman que el 2014 tendrá crecimiento económico bajo e inflación del 28%. Seis consultoras líderes pronostican, de máxima, que el PBI crecerá no más de 1,5%; aumento del déficit fiscal y dólar oficial entre 7,3 y 8 pesos.

A la tensión económica se le suma la tensión social a escala territorial, que dejará secuelas políticas pero también económicas, especialmente en términos de demanda salarial. Hay alta probabilidad de acuerdos cuatrimestrales porque al 20% anual sin trampas, que es la pretensión antiinflacionaria oficial no firma nadie. Además, las provincias requerirán más recursos para financiar los nuevos salarios que terminarán siendo provistos por el "Tesoro-maquinita-Banco Central".

Definitivamente, la política económica está atrapada en el dilema de la frazada corta. Toda pérdida de reservas a ser parada por más cepo recalentaría el paralelo. Moderar subas salariales o bajar subsidios y subir tarifas pegará en el poder adquisitivo. Lo mismo vale para el otro fenomenal rubro del agujero que es la ley de movilidad previsional.

ESCENARIO 1: MODERADAMENTE PEOR

Por lo tanto, el mejor escenario económico será el de "moderadamente peor" que hoy: las reservas del BCRA cayendo un poco menos que este año si el mangazo a diestra y siniestra junta algo de dólares, el nivel de actividad tendiendo a estancarse, la situación fiscal peor en el intento de que no se desbande, la inflación en un escalón más arriba, la brecha cambiaria tensa, el poder adquisitivo declinante.

ESCENARIO 2: DETERIORO ACELERADO DE LAS CUENTAS

En uno alternativo no puede descartarse una dinámica más compleja si las respuestas de política económica siguen siendo vagas o erróneas e inconducentes. En este otro caso, habría que esperar un año de retracción de la actividad, desborde fiscal, un salto inflacionario más evidente que arrastraría al tipo de cambio oficial, caída del salario real, reservas en franca declinación y brecha cambiaria inestable y en alza.

martes, 24 de diciembre de 2013

Habló Fábrega: quiere menos emisión, mantener reservas y achicar la brecha con el dólar blue

A diferencia de otros miembros del equipo económico, no negó la relación entre emisión y precios. Aseguró que se mantendrá la “flotación administrada”.


El presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, dio hoy claras ideas de qué pretende en su gestión en la entidad monetaria: reducir la emisión (a la que no desvinculó de las presiones inflacionarias), achicar la brecha entre el dólar oficial y el blue (siempre con el sistema de “flotación administrada”), evitar que se sigan reduciendo las reservas y tratar de que el crédito se oriente a la inversión (también como una herramienta antiinflacionaria).

Entrevistado por radio Del Plata, al titular del Central le preguntaron por la relación entre emisión monetaria y presión sobre los precios. Pese a que según la mayor parte del gabinete económico esa relación no existe, Fábrega evitó desvincular ambos temas. En cambio, resaltó que “en 2013, la expansión (monetaria) está en el orden del 25%”, por debajo de la de 2012, y adelantó que la entidad que conduce va a “trabajar” para que haya menos emisión con el “objetivo de que en 2014 este guarismo esté un poquito por debajo”.

El funcionario evitó ser muy preciso en cuanto a los alcances de la devaluación -que se aceleró desde su llegada a la entidad monetaria-. Pero ratificó en el mercado cambiario “no va a haber cambios” en el sentido de que el Banco seguirá trabajando “sobre la base de la flotación administrada” como lo ha hecho “en los últimos 10 años”.

También aclaró que “no es el objetivo primordial” el de reducir la brecha entre el dólar oficial y el blue, pero que cree que “es bueno” que eso ocurra, como en las últimas semanas -en gran parte, por la aceleración de la devaluación-. “Claramente se ha visto en los últimos 30 días que se ha reducido la brecha muy amplia que había entre el dólar ilegal y el dólar oficial. (…) Es de esperar que este factor siga mejorando sustantivamente en el tiempo”, adelantó.

En cuanto a las reservas, resaltó que “con los mecanismos que se han utilizado en los últimos 30 días” se logró “atender las reservas” y que el objetivo es que sigan sin caer los activos del Central. Confirmó que “ha habido algunas mejoras vinculadas” a las liquidaciones de las agroexportadoras, que atribuyó al bono dollar linked que les ofreció el Banco a esas empresas.

Cuando le preguntaron por la moderación de las expectativas inflacionarias, no nombró la palabra “inflación” pero si dijo que trabaja “articuladamente con el Gobierno nacional, como lo indica la Carta Orgánica (del BCRA) para articular políticas que vayan en ese sentido”.

Sostuvo que el objetivo principal es el de articular “un sistema financiero que esté acorde con las necesidades que tiene la Argentina, todos los sectores y especialmente vinculado a los sectores productivos”.

En ese sentido, resaltó las líneas de crédito para PYMES anunciadas ayer por el Ejecutivo en una reunión con empresarios y sindicalistas, a las que también vinculó al empleo y a la lucha contra la inflación: “Es muy importante atender la demanda con destino a la inversión productiva (.,..) Uno procura que la actividad se sostenga y que la inversión permita que se genere una mayor oferta para contener la demanda (porque) cuando uno mejora la oferta claramente tiene la posibilidad de mejorar los precios”.



lunes, 23 de diciembre de 2013

Conta con liqui casero: en la bolsa reapareció el "dólar white" a $8,50

Pasaron apenas cinco meses desde que lo prohibieron pero con los mismos argumentos ahora lo rehabilitan. Ocurre tras la salida de Moreno y es un mecanismo que permite hacerse de divisas de forma legal en el mercado bursátil    


A mediados de julio de este año el mercado cambiario era un hervidero porque las cotizaciones del dólar no dejaban de subir y se convertían en un verdadero problema para el equipo económico de entonces, que era liderado en la práctica por Guillermo Moreno.

Por lo tanto, entre otras medidas se dispuso, sin una resolución escrita de por medio, la prohibición de realizar el "contado con liquidación casero", un mecanismo que permite hacerse de divisas de forma legal en el mercado bursátil local.

De esta manera, a través de bonos denominados en dólares -bajo la letra "D"-, inversores privados podían comprar y vender títulos en moneda extranjera.

La orden de suspensión implicó de hecho la desaparición de una actividad de la cual surgía un tipo de cambio implícito superior al oficial y similar al del contado con liquidación.

En forma paralela, se restringió la denominada serie "C", que se refería a otra variante del negocio cambiario, que en la jerga se conoce como dólar cable.

Este último tiene por finalidad comprar un bono en la plaza local para cobrarlo en el exterior en moneda extranjera.

Aunque nunca lo reconoció en forma explícita, la jugada de Moreno de prohibir comercializar los papeles "C" y "D" tuvo otra arista: la promoción del famoso Cedin, aquel bono al cual se le asignaban enormes expectativas y que en la práctica culmina sus días sin pena y sin gloria.

Por ese entonces, en el mercado entendían que se trataba de una medida que dejaría al Cedin aplicado (Ceda) como la única forma de hacerse de billetes en la Bolsa y darle profundidad en la plaza a los certificados del blanqueo, ya que nadie los había negociado aún en el recinto.

Cabe señalar que mientras estuvo en vigencia el "conta con liqui casero", este negocio transaba unos u$s2 millones por día, siendo el Boden 2015 y el Bonar 2017 los preferidos del mercado, por la liquidez que poseen ambos bonos.

Por qué vuelve esta operatoria

Los motivos que generaron a que el Gobierno autorice el regreso de la operación para hacerse de dólares en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, básicamente, son calmar la salida de reservas del Banco Central e intentar descomprimir la presión al alza que sufrió por estos días la cotización del blue.

Así, en la medida que quienes operan con estos bonos en el mercado local puedan acceder a los verdes billetes legalmente a un precio menor que el del mercado marginal, la tentación será demasiado grande.

Ello se confirmó al observar la evolución de las operaciones del jueves, apenas retornaron las famosas posiciones marcadas con la letra "D" y, en menor medida, las denominadas con la "C".

Claro está que no solo se cuenta a quienes desean proveerse de dólares en forma legal y más baratos como forma de ahorro, también aquellos deseosos de hacerse de ellos y luego venderlos en el mercado marginal y ganar la diferencia que surge entre ambas cotizaciones.

Esto encaja perfectamente en la perspectiva oficial, ya que desde el punto de vista del Gobierno, ambos precios deberían converger, ya que bajaría el blue y debería subir con fuerza los bonos con la "C" y "D".

¿Cuánto vale el dólar del conta con liqui casero?

De esta manera, en el primer día del nuevo ciclo de negocios, el tipo de cambio implícito rondó los $8,50. A este precio se arriba de la siguiente manera:

Se toma el precio de venta de un bono, léase el Bonar X o Boden 2015 en su versión tradicional y se lo divide por el precio que surge del mismo título pero en dólares, cuya referencia es el "ticker" que lo representa con la letra "D".

El precio del Bonar X (con vencimiento en el 2017) al cabo del primer día de negociación fue de 774,5 pesos, mientras que en su versión en dólares fue de $93. De la división entre ambos, surge una cotización de $8,32 por dólar.

En tanto que si se considera el precio que surge del Boden 2015, este es algo mayor, ya que cerró a $8,58.

¿Cómo es la operatoria?

La mecánica consiste en comprar bonos en dólares utilizando pesos, esperar 72 horas y venderlos en moneda "real". Una vez concretada la operación, se acreditan los billetes estadounidenses en una caja de ahorro bancaria denominada en esa misma moneda, requisito excluyente.

Es obvio que como en toda operación en la que intervienen agentes de bolsa, el origen de los fondos proviene de una cuenta bancaria, y allí finaliza su recorrido.

Como ya se mencionara, el "conta con liqui casero" es una operatoria que se hace con bonos como el Global 17, el Boden 15, el Bonar X y el Bonar 2013 (todos aquellos títulos en dólares bajo ley argentina).

Lo curioso es que su actual cotización está en un nivel apenas por encima de la vigente cuando se prohibió su negociación, ya que en aquel momento terminó en $8,40.

Desde una prestigiosa entidad, su analista jefe explica cómo funciona el sistema:

1. Se abre una cuenta en pesos y otra en dólares en un banco local.

2. Se transfieren fondos (en pesos) a una de las tantas casas de bolsa que operan en el país.

3. Se le pide a la misma que compre algún título público que cotice en el mercado local en ambas monedas. Entre ellos, el más operado es el Boden 2015 (en la jerga financiera se lo "apoda" RO15).

4. Una vez adquirido se da el mandato de venta pero, esta vez, en dólares (en la jerga se lo "apoda" RO15D).

5. Efectuada la operación, el agente de bolsa acredita los dólares en la cuenta de su cliente en un banco local, y así se completa la transacción.

En términos porcentuales, se ubica alrededor de un 10% por debajo del paralelo. Un "ahorro" más que interesante para hacerse de divisas de manera legal, habida cuenta de que el valor que fija el BCRA pasó a ser -a esta altura de las circunstancias- apenas una mera referencia, al menos para el público minorista.

Noticia positiva para el mercado

Según detallaron varios analistas consultados por iProfesional.com, "este mercado va a crecer de manera sostenida y seguramente en poco tiempo superará los montos que operaba hasta su prohibición".

"El mercado requería que se vuelva instaurar el dólar ´D´ para realizar operaciones en divisas y potenciar el mercado bursátil local. Es un dólar de referencia para la plaza", resumió Mauro Morelli, analista financiero de mercados de Rava Sociedad de Bolsa.

Bajo la misma tónica, Dionisio Corneille, director de Corneille de Sociedad de Bolsa, resumió: "El Gobierno accedió a que se vuelva a implementar porque es una forma de hacerse de dólares blancos, ya que la brecha con el billete oficial se está reduciendo".

Asimismo, "es una manera de abrir una salida de inversión en dólares entre los privados, y que a su vez evita quitarle divisas al Banco Central", agregó.

En resumen, es una "forma de bajarle presión al blue, y de disminuir la brecha con el oficial lo más posible", completó Cornielle.

De hecho, el jueves el dólar informal frenó su carrera alcista y descendió 11 centavos para terminar cotizando a 9,69 pesos.

Desde una importante casa de bolsa, el responsable de renta fija afirmó que "este tipo de negocios lo hacen particulares que compran como inversión en dólares de mediano plazo".

"Es obvio que todas las operaciones se hacen en pesos y que el monto mínimo desembolsado es el de un bono. Por ende, el número de personas que pueden participar es muy elevado", agregó el especialista.

En igual sentido, un colega suyo afirmó que espera que la operatoria retome los volúmenes que operaba anteriormente. En sus palabras, "la realizan inversores por montos de u$s50.000 o más. 

En la mayoría de los casos, se trata de personas que tienen pesos y quieren comprar dólares".

Para el analista Agustín Cramo, es una transacción absolutamente legal que, incluso, responde a las exigencias del Banco Central para las operaciones de contado con liquidación, en cuanto a la obligación de mantener los títulos en custodia durante tres días".

"Es una muy buena alternativa para quienes necesitan comprar dólares en blanco", agregó.

¿Por qué no había cobrado mayor notoriedad? Los analistas apuntan al desconocimiento.

"Aún es una alternativa poco difundida entre el público en general, pero bien podría venir en auxilio del mercado inmobiliario, que viene sufriendo el derrumbe de sus operaciones y toma todas las operaciones en referencia al dólar", señaló Cramo.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Qué hago con mis Pesos?

Excedentes de pesos formales sin refugio ahora lo vuelven a tener: Presión alcista en Bonos


Cómo puede afectar el CCL inverso al Blue: 

1. Lo puede afectar en lo que se llaman operaciones de compensación, como se sabe tanto la demanda como la oferta del Blue no se filtran en el mercado formal son dos mercados separados. La separación es por motivo fiscal y de difícil blanqueo. Pero si una empresa o un particular con pesos quieres ir al exterior puede hacerlo por dos vías, por medio de alguna agencias de cambio o financiera, encontrando una contraparte en el exterior con dolares que gire a la cuenta del particular o empresa en estados unidos o Panamá o cualquier otro país que tenga registro en dólares en cajas de ahorro o cuenta corriente, de esta forma el particular vende su posición en pesos a otro particular con tenencia en dolares pero necesitado de transformarlos en pesos, considerándose el dólar blue más una comisión de giro. 

En ningún momento esta operación implica la demanda u oferta de dólares físicos en la plaza local, siempre se opera con un precio de transferencia que se toma del precio de mercado blue en ese momento. Es una afectación que no debe generar impacto alguno en la oferta y demanda blue.

La otra vía que tienen es el CCL inverso, este particular compra bono en pesos específicamente boden 2015 y Bonar 2017 y le dice al broker que le encuentre una contraparte para venderle por dolares ese bono mediante una conversión, para eso debe obtenerse una contraparte local que desee vender dolares.









2. Como puede observarse son dos mercados distintos. Hasta la fecha la relación entre el dólar financiero local y el dólar blue era la siguiente: 

Cuando ambos dólares se alejaban uno del otro existía una convergencia. Hasta abril del año 2013 las sobre valuaciones la realizaba primero el CCL inverso, y el dólar blue reaccionado para converger a ese arbitraje teórico. La oferta del dólar blue cuando veía que el dólar financiero subia mucho se comprimía  y ajustaba el precio de la demanda. Por lo general cuando el dólar blue se alejaba en la brecha con el financiero desarrollando una sobrevaluación, el blue se estancaba o tenuemente reducía su precio y el dólar financiero hacia el ajuste a su convergencia y posterior sobrevaluación. 

Como se observará el ajuste cuando la brecha favorecía del blue lo hacia el financiero, el ajuste cuando la brecha favorecía al dólar financiero lo hacía el Blue. 

3. Que el dólar financiero vuelva funcionar implica una subida considerable del CCL de los próximos meses, esto se debe a que el CCL siempre se valuaba mejor contra el dólar de equilibrio, mientras que Blue quedaba con sobre valuaciones de corto y mediano plazos (por la prima de ilegalidad). La vuelta al CCL inverso garantiza una fuerte presión alcista para bonos en pesos, en primera instancia puede deducirse que la estrategia del gobierno de venta de bonos deje de tener efecto.

A diferencia del dólar financiero, el dólar blue tiene una demanda turística y además tiene una demanda de cobertura cambiaria para minoristas que tengan excedentes en pesos sin registrar, para los cuales no hay forma de blanquear en montos importantes y filtrarlos por el mercado formal. Por lo tanto la demanda financiera de dólar blue se mantiene intacta a lo que se le agrega en diciembre, enero y febrero la demanda turística, el CCL inverso de ahora en màs comenzará a ser útil como cobertura cambiaria de sectores formales que desde julio no podían realizar cobertura cambiaria por la prohibición de transformar los bonos en pesos en dólares sin realizar giros al exterior. Es un momento clave para la plaza del boden y el Bonar para que vuelvan a tener una dinamica alcista los próximos meses.

Esta presión alcista del dólar financiero local impactará en el dólar blue positivamente porque los excesos de pesos hoy iban a tenencia en pesos no dolarizables de ahora en más se filtrarán porque pueden dolarizarse, y al existir excedentes mayores en moneda local  que extranjera la presión será muy alcista. El motivo de la presión es que si bien tiene una subvaluación el Blue con respecto a su dólar de equilibrio del 20% la brecha es menor que el dólar financiero que tiene una brecha del 35% con el dolar que rige a largo plazo en argentina y al que siempre se converge. 

Por Mauro Mazza

Más de lo mismo


Finalmente conocemos los importantes cambios que hubo en el gabinete económico que ha ratificado todas las expectativas que teníamos. No solo nada va a cambiar, sino que tenemos más de lo mismo. Más inflación, más déficit fiscal, más cepo al dólar, más restricciones a las importaciones, más controles, etc. 

Esta continuidad y profundización en la política económica ha logrado un cambio muy favorable de expectativas. Todo aquel que en algún momento pensó que se podía ir resolviendo algún desequilibrio macroeconómico, ya cambió de opinión.

La culpa es del otro

Por supuesto toda la política económica tiene la misma onda de siempre. El gobierno es víctima de una conspiración de corporaciones que defienden su poder y que, por eso, generan inflación, en tanto que la falta de dólares se debe a inescrupulosos especuladores. 

El gobierno hace todo bien: solo algunos pequeños detalles: El déficit fiscal ya va a llegar a 5% del PBI, uno de los más importantes de las últimas décadas. Por supuesto esto se debe a que no se quieren pagar impuestos, a pesar que tenemos la mayor presión fiscal de la historia (superior al 41% del PBI), es decir, la mayor presión fiscal de América Latina.

Por supuesto no es responsable el gasto público, que está todo bien asignado, con $ 140.000 millones en subsidios a los servicios públicos concentrados en más de un 75% en el AMBA, de manera de preservar el federalismo. Es por ello que no se puede ni siquiera pensar en la baja del gasto. La eficiencia en la asignación del gasto nos impide hacerle recortes significativos. Así tenemos más impuestos o más déficit. O mejor aún, un poco más de los dos.

La emisión monetaria

El gobierno ha descubierto un mecanismo excepcional de financiamiento del déficit público. Ante la alternativa de tomar deuda, o vender activos, que son caros o desventajosos, lo mejor es emitir dinero. Tiene muchas ventajas, la primera da trabajo nacional. Recuerden que el circulante desde el 1 de noviembre del 2011 subió en $ 110.000 millones, unos 1.100 millones de billetes de $ 100, por lo que eso es muchas imprentas con el papel, tinta y sobre todo traslado a los bancos, a los cajeros, etc.

Pero lo mejor de este brillante mecanismo es que no tiene costo, porque ya todos sabemos que emitir no genera inflación. Entonces lo mejor es financiar el déficit fiscal así da empleo y no genera inflación. Por lo tanto seguiremos imprimiendo más.

Las reservas y el cepo

Las reservas siguen cayendo, para que disminuya su baja, hay que hacer una de las dos cosas: incrementamos la entrada de dólares o restringimos la salida. 

La entrada de dólares es muy complicada. Hay que convencer a gente o empresas o, peor aún, a fondos internacionales que traigan dólares a la Argentina. Esto implicaría resolver el INDEC, ofrecer garantías, dar tasa de interés (que va a ser usuraria). Bueno, algo vamos a inventar con YPF (u$s unos 500 millones a más del 8% no está mal) y si agarramos a los chinos con más mega proyectos que ellos financien, sería genial. Pero esto es muy lento y hay que hacer reuniones. 

Mejor vamos por otro camino.

La salida de dólares. vamos a dificultarles a la gente y a las empresas que saquen dólares. Un 35% de impuesto al consumo al exterior, un impuesto a los autos de alta gama, una restricción de dólares a las industrias de electrónica y de autos. A la falta de dólares no hay nada mejor que poner más cepo. Eso estimula mucho la entrada de inversores internacionales y hace que los argentinos estén pensando seriamente en traer sus dólares del exterior dado este nuevo contexto. 

Hasta ahora, mientras más cepo hubo, menos reservas se conservaron. Ahora pondremos más cepo y lograremos más/menos reservas (tache lo que crea que va a pasar)

Inflación

No podemos hablar de este tema porque no existe. Y en caso de que existiera es un problema de la expectativa del peluquero que tiene que cobrar más caro el corte porque le aumenta la leche. 

Yo, que soy pelado, sabía que la culpa de mi pelada la tienen los tamberos.

Pero como no es un problema y, en caso de que lo sea, la culpa es de los empresarios concentrados, que evidentemente como la inflación sube será porque se concentran cada vez más . 
Pero la peor concentración está en el sector energético. Hay una empresa que tiene más del 55% de la venta de nafta y que, aprovechándose de su poder monopólico, ha aumentado las naftas este año más del 31%. El gobierno no puede hacer nada contra este supermonopolio que nos aplasta con sus aumentos. Ese monopolio tiene nombre y apellido: YPF. Ya la vamos a estatizar y terminaremos con su poder dominante.

El resultado distinto

Así todas las medidas que se van tomando solo logran agravar los problemas, sin embargo, lo bueno es que la culpa siempre es de otro. Por lo tanto, no hay nada que perder. Seguiremos haciendo más de lo mismo. Con otros modales y, si Dios quiere, los resultados serán distintos.


jueves, 19 de diciembre de 2013

Analizan más medidas para frenar la caída de reservas

Por Martín Kanenguiser 

El ministro Axel Kicillof y George Washington, ex presidente de EE.UU

El Gobierno analiza adoptar medidas de fondo para no perder más reservas del Banco Central si resultaran insuficientes tanto el adelanto de fondos de las empresas cerealeras como el aumento de la retención para los gastos de turistas y compradores en el exterior al 35 por ciento.

Fuentes del Palacio de Hacienda admitieron ayer a LA NACION que por la preocupación que existe en esta materia "puede haber nuevas medidas, pero de orden macroeconómico e integral", con la intención de obturar la pérdida de reservas, que llega a los 13.000 millones de dólares en el acumulado desde enero.

"Se trata de medidas que aún están en estudio y sobre las cuales se avanzaría si se volviera a observar una caída importante en las reservas", indicaron los funcionarios, sin dar precisiones, pero con la intención de subrayar que hay un respaldo en caso de que las decisiones adoptadas en estas últimas semanas no alcancen.

Aunque no se sabe cuál es el camino elegido, sí se puede saber cuál el Gobierno no quiere elegir: por ahora descarta un ajuste fiscal por el lado de un recorte de los subsidios a las tarifas de los servicios públicos, un endurecimiento de la política monetaria y la vía del endeudamiento externo.

De hecho, el ministro Axel Kicillof les transmitió a varios banqueros en las últimas semanas que "ya están ganando demasiada plata como para aumentar las tasas y encarecer el costo del crédito", según expresaron a LA NACION calificadas fuentes del sistema financiero.

El ministro, quien la semana pasada en su viaje a China sorprendió a los empresarios que acompañaron a la delegación al explayarse ante las autoridades de ese país con una extensa clase de historia económica argentina desde 1880, no ha convalidado la posibilidad de aumentar las tasas en las últimas licitaciones de Lebac del Banco Central.

Allí también relativizó la posibilidad de endeudarse en el exterior, al criticar la política de colocación de bonos por parte de los bancos norteamericanos, pese a que China es el primer comprador mundial de estos títulos.

Por otro lado, en el Banco Central confirmaron a LA NACION que trabajan en nuevas medidas con Economía y con la Jefatura de Gabinete, que conduce Jorge Capitanich, pero tampoco brindaron detalles. "Hay un trabajo de nuevas medidas entre las tres áreas, como ocurrió cuando se negoció con las cerealeras", indicaron.

En la entidad que preside Juan Carlos Fábrega juraron que la suba del gravamen de la AFIP del 20 al 35 por ciento en los paquetes al exterior suavizó el torrente de gastos de turismo de octubre y noviembre, pero aclararon que la situación sigue siendo complicada por la creciente necesidad de importaciones del sector energético.

"De los últimos diez días, las reservas cayeron sólo un día, el jueves pasado, por el ingreso de dinero de Chevron y de las cerealeras", indicó una fuente oficial. En el primer caso serían US$ 300 millones (sobre US$ 940 millones previstos) y en el segundo, US$ 110 millones en tres días, según la consultora Quantum. El estudio dirigido por Daniel Marx agregó que "la caída del oro, que acumuló un descenso de 28% desde principios de año hasta fines de noviembre, y que se tradujo en una merma de reservas por esta vía de casi US$ 800 millones, se detuvo y se estabilizó en US$ 1230 por onza, dando un alivio adicional" a las reservas.

En cambio, en la AFIP aclararon que en los últimos días se notó un aumento natural de la demanda de dólares -por la cercanía del verano y por la decisión de Economía de autorizar la compra de US$ 100 diarios al tipo de cambio oficial a todos los que viajen- y relativizaron el efecto disuasivo del aumento de la retención del 20 al 35 por ciento. El jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, conversó con Kicillof esta semana sobre la evolución de esta cuestión. En Economía ratificaron que la estrategia es "darles dólares a los que realmente viajan, pero no autorizar a los que especulan con este trámite" para atesorar divisas.

Por otro lado, un directivo de un importante banco descartó un aporte extraordinario de entidades financieras del exterior al Banco Central, como trascendió en los últimos días, y admitió su preocupación por la situación de "vacío de poder" generada por la ausencia de la presidenta Cristina Kirchner y los crecientes duelos entre Capitanich y el eje La Cámpora-Kicillof.

Habrá que ver, entonces, si el ex ministro y actual coordinador de la unidad de renegociación de la deuda, Hernán Lorenzino, tiene suerte para lograr algún avance en sus gestiones para obtener fondos externos, o si el Gobierno logra que, como ocurrió con Chevron, otras petroleras ingresen una cantidad trascendente de dólares para pasar el verano.

El BCRA habilita una devaluación más fuerte

Por Florencia Donovan  | LA NACION

El Banco Central (BCRA) prefirió dejar que el dólar saltara cuatro centavos y medio en un solo día antes que perder más reservas. La entidad que preside Juan Carlos Fábrega llevó ayer el dólar oficial a $ 6,38 en la City porteña, y terminó con reservas por US$ 30.633 millones, 44 millones más que en la jornada anterior.

En la City porteña señalaron que el BCRA incorporó en sus arcas US$ 70 millones que ingresó la petrolera Chevron, como parte de su plan de inversiones en el yacimiento de Vaca Muerta, y además contó con el aporte de cerealeras, que se encargaron, junto con el Banco Nación, de nutrir la oferta de dólares que exigía el mercado. "Si siguen devaluando a este ritmo, la devaluación es de un 115% anualizada", destacó un operador de un banco de primera línea. Pese a la devaluación de ayer, no obstante, la autoridad monetaria sigue quedándose atrás del mercado paralelo, donde el dólar blue también trepó cinco centavos, y se operó a 9,80 pesos. "Todo el esfuerzo que está haciendo el Central para lograr que las cerealeras liquiden dólares y que empresas como YPF o Chevron ingresen divisas sólo está sirviendo para contener la presión actual", expresó un cambista, que pidió no ser identificado. "Pero por ahora la tendencia del mercado no cambia: nadie ofrece un dólar", admitió.

"Hoy [por ayer] fue el Nación el que estuvo vendiendo fuerte, por lo menos US$ 150 millones. Probablemente esté anticipando lo que va a entrar por YPF", deslizó.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Argentinos por el mundo: este es el tipo de cambio para quienes combinan tarjeta, blue y "dólar AFIP"

El billete verde oficial acelera y empuja al "dólar turista". El paralelo no se queda atrás pese a que, paradójicamente, fue el que menos se incrementó en el año. Las divisas que entrega la AFIP ahora vienen con recargo incluido. ¿Con qué cotización se encontrarán quiénes combinen este menú?

POR RUBÉN RAMALLO


Con la última resolución del Gobierno referida al mercado oficial de cambios -en particular a las modificaciones vinculadas con el dólar turista- el costo para quienes deseen vacacionar en el exterior se verá fuertemente incrementado, si se lo compara con los valores de un año atrás.

Ello se refleja claramente en el siguiente cuadro que muestra cómo aumentaron los diferentes "tipos de dólares" desde fines del 2012 hasta la actualidad.

El que más avanzó fue el tipo de cambio que se aplica para la venta de billetes que autoriza la AFIP, con un alza nada menos que de un 74% (producto del efecto combinado del mayor ritmo devaluatorio y del recargo del 35%).



Le sigue el "dólar tarjeta" (con un aumento del 51%). Este es el valor de referencia al que se han liquidado la mayoría de las compras realizadas en el exterior y las transacciones efectuadas a través de los portales de Internet.

Pero, quizá lo más curioso, es que el blue se ubica en el último lugar, con un avance del orden del 43%, pese a que es el catalizador de buena parte de la demanda de divisas ante las numerosas restricciones implementadas por AFIP y Banco Central.

El fuerte incremento del billete informal y la acelerada del oficial, de alguna manera estaban descontados por el mercado. En parte, porque el paralelo ya estuvo a $10 hace algunos meses y, pese a haber bajado, volvió a acercarse a ese nivel. 

Entonces, el interrogante que se genera es si el incremento de los diferentes "tipos de dólares" en 2013 alcanzará para frenar el constante drenaje de divisas que genera el turismo, habida cuenta de que los argentinos sienten que cuando viajan lo hacen a un tipo de cambio subsidiado.

Y este es un punto clave, por el impacto que genera este déficit en la economía. Según algunas estimaciones privadas - como la de la consultora Abeceb- el Gobierno habrá resignado la friolera de más de u$s8.000 millones sólo en 2013 por este concepto.

Otra consultora, en este caso el Estudio Bein, es aún más pesimista, pues considera que este rojo podría trepar hasta los u$s10.000 millones. Sin duda, se trata de una cifra crítica y muy cercana a la sangría que viene sufriendo el Banco Central a lo largo del 2013.

Dichas estimaciones toman como referencia un reciente informe publicado por el Banco Central, que consigna que el tercer trimestre de este año marcó un déficit de u$s2.000 millones.

Ya con las vacaciones en puerta, todo indica que la demanda de divisas repuntará aun con mayor fuerza.

Fernando Moiguer, analista en consumo y profesor de UDESA y UBA, considera que "el incremento del déficit se debe a que creció la propensión marginal al consumo, particularmente en turismo, producto de que en la Argentina no hay incentivo al ahorro".

Además, considera que mientras persistan las actuales condiciones -y si se mantiene el sistema de cuotas fijas en pesos- el interés por viajar persistirá ya que se prioriza el presente y la satisfacción inmediata.

"No obstante -agrega- puede ocurrir que con el alza del dólar turista, mucha gente opte por salir menos días, ir a hoteles más baratos o consumir un poco menos".

Por lo pronto, la actual situación le genera varios dolores de cabeza al Gobierno. Según datos oficiales, las erogaciones por este rubro (paquetes y tarjetas) serían tres veces superiores a las registradas en períodos previos.

De acuerdo con la consultora Abeceb, unas 2,4 millones de personas cruzarán la frontera y, en promedio, cada una gastará, por todo concepto, unos u$s4.000 (entre paquetes, aéreos, alquiler de autos, entre otros).

De ese total, unos u$s2.500 corresponderían al costo de pasajes y alojamiento, y el resto a gastos de estadía, que en promedio ronda los 14 días. 

Viajes más caros

A modo de ejemplo, puede considerarse el caso de una persona que ya habiendo contratado el paquete desde Buenos Aires (pasaje y hotel) gastará u$s1.500 en el lugar de destino, obtenidos de la siguiente manera: u$s500 por la ventanilla de AFIP, u$s500 en billetes blue y los otros u$s500 recurriendo al plástico.

Si se ponderan todos estos gastos se llega a que el dólar promedio para este particular será de $8,96, frente a los $5,79 de un año atrás.

Ello implica que a lo largo del año el costo de consumir en el exterior (tomando en cuenta los gastos diarios y dejando de lado transporte y alojamiento) se incrementó casi un 55%.

El impacto bolsillo en estas vacaciones sin duda se hará sentir, habida cuenta de que los salarios aumentaron en promedio un 25%. Es decir, menos de la mitad.

Claro está que existe un factor que alivia en parte esta pesada carga: el financiamiento que han ofrecido en los últimos meses las agencias de viajes y bancos, posibilitando la compra de pasajes y paquetes en pesos en 12 y hasta en 24 cuotas sin interés.

No obstante, no hay que olvidar que pese a esta "ventajita", este rubro también sufrió un impacto por doble vía, aun para aquellos que compraron sus paquetes en forma anticipada.

Por un lado, en marzo se elevó el cargo por retención del 15% al 20%, al tiempo que se aceleró ritmo de devaluación del peso.

Si se considera la variación entre puntas, con las últimas medidas (recargo del 35%), el avance del dólar supera el 50% anual.

"El impacto será más evidente para los que quieren viajar y aun no compraron sus pasajes o paquetes, ya que seguramente evaluarán el gasto en el que incurrirán en las vacaciones en términos de blue o de dólar tarjeta. Quizás en este caso haya alguna moderación, pero será casi marginal", afirmó el economista Federico Muñoz.

"Esta temporada de verano y la próxima invernal ya están muy jugadas. Pero sí creo que habrá un desembolso menor de los turistas con sus tarjetas y que caerán las compras porque ya no convendrá tanto consumir afuera", agrega el economista Dante Sica.
Impacto de las medidas

"En lo que hace a paquetes turísticos la suba del recargo llegó muy sobre fin de año, de modo que no afectará el balance final 2013 en cuanto a contrataciones. La intención del Gobierno es tratar de bajar el déficit de cara a 2014", afirma un analista.

Este experto cree que el principal factor que hace que se gaste mucho en el extranjero es un dólar turista que está por debajo del blue (que genera la percepción de un subsidio a la hora de viajar) a lo que se suma la inflación local.

En tanto, para Muñoz, los aumentos de los distintos tipos de cambio "probablemente desalienten el turismo en el exterior, pero no en forma inmediata ya que este año hubo mucha compra anticipada".

Es que, como suele suceder, ante los rumores de que "algo iba a pasar" y la certeza de que el Gobierno iba a endurecer las restricciones al turismo, se dio un fuerte adelanto en las contrataciones desde, por lo menos, mitad de año.

En diálogo con iProfesional, Jorge Todesca, director de Finsoport considera: "Es muy probable que con el nuevo gravamen disminuya el gasto. En particular, por parte de quienes no tienen la posibilidad de recuperar el impuesto por su condición tributaria".

Y concluye: "Además, hay que tener en cuenta que el dólar oficial también está registrando un ajuste importante".

iprofesional.com

El contado con liquidación ya es más barato que el dólar turista


Juan Gasalla
La profundización de las intervenciones oficiales para ponerle un techo al dólar libre a través de la baja del llamado “dólar financiero”, combinada con la suba de la divisa oficial y las mayores imposiciones para el dólar “turista”, trajo una nueva distorsión al mercado de cambios: hoy el dólar “contado con liquidación”, a $8,46 en promedio, es más barato que el de referencia para los gastos en el exterior, a 8,53 pesos.

De esta forma, el dólar que se deduce de las operaciones con acciones y bonos argentinos permite adquirir divisas en forma legal a un precio 0,8% más bajo que el autorizado por la AFIP para pasajes, paquetes turísticos y gastos con tarjeta en el exterior. Esta ventaja es irrisoria, pero grafica los diversos “estados alterados” del mercado de cambios, ante la necesidad del Gobierno de fijar los distintos precios del dólar, en un marco de claro atraso cambiario y fuerte pérdida de reservas.

En los hechos, el “contado con liqui” es operado con más frecuencia por grandes inversores a través de agencias de Bolsa. Se obtiene por la adquisición de acciones y bonos argentinos en la plaza financiera local para venderlos en Wall Street, en dólares que quedan depositados en una cuenta en el exterior. Estas transacciones para la fuga de capitales son formales y no representan caída de reservas, pues implican un cambio de manos de activos  de tenedores locales a otros en el exterior, pero no una salida de dólares del sistema financiero argentino.

En el caso del dólar “turista”, hay que destacar que surge de la cotización oficial de la divisa más un 35% de recargo a cuenta del pago de Ganancias y Bienes Personales, lo cual significa que aquellos que tengan justificado el origen de sus ahorros pueden reclamar más adelante la devolución de los fondos abarcados por dicha tasa en concepto de tales impuestos.

En cualquier caso, el Gobierno interviene en el “contado con liqui” con la venta de acciones o bonos en dólares de la cartera de la ANSeS, posiciones que deprimen los precios en pesos de esos activos en la Bolsa local. Al dividir las cotizaciones en pesos por el precio en dólares en Wall Street de los mismos activos, resulta un tipo de cambio “financiero” más bajo. Ante la posibilidad de hacerse de divisas más baratas con una operación registrada, los agentes del mercado paralelo se ven obligados a bajar el precio del “blue”.

Sin embargo, estos movimientos cada vez son menos eficaces, ante la percepción generalizada de que el dólar libre va a mantener la tendencia alcista en 2014. La expectativa de que el billete verde superará pronto los 10 pesos es un obstáculo para desalentar la demanda en los niveles actuales e instar a una baja más abrupta de su precio en el corto plazo. Por ello, esta semana se advierte la brecha más amplia entre el dólar “blue” y el “contado con liqui”, de 1,24 peso o 14,6% cuando en meses anteriores distaban apenas unos centavos, es decir se genera una nueva distorsión en el panorama cambiario. Incluso, con “cepo” el “liqui” debería ser más caro que el dólar libre, pues al primero se aplica un spread mayor por tratarse de una operación formal.

La administración del Banco Central que conduce Juan Carlos Fábrega convalida una apreciación más decidida del dólar oficial que se complementa con el accionar de ANSeS para bajar el “contado con liqui” y así reducir paulatinamente el rango de precios de un mercado virtualmente desdoblado. El dólar oficial ya gana un 28,2% en el año, hasta los $6,32, mientras que el dólar financiero subió 24,2%, a 8,46 pesos. A comienzos de mayo, cuando del dólar libre marcó un récord de $10,45, el dólar financiero acumulaba una ganancia de 37,4% en poco más de cinco meses (desde $6,81 del cierre de 2012 a $9,36) contra sólo 6,1% del oficial (desde $4,92 a $5,22 el 8 de mayo).

Esta situación representa un desafío extra, pues por el doble rol que el Poder Ejecutivo atribuye a la entidad emisora, la involucra en el financiamiento del déficit del Tesoro con emisión, cuando se está reduciendo el respaldo con reservas de los pesos de la base monetaria. Según informó el Ministerio de Economía, los aportes extraordinarios que recibió el Gobierno treparon a $48.245 millones entre enero y octubre de 2013, de los cuales el 59,4% o $28.703,1 millones fueron girados por el Banco Central. En el mismo lapso, las reservas cedieron unos u$s10.000 millones o 23,2 por ciento. Esa emisión, que no es acompañada por una mayor demanda de pesos por parte de empresas y particulares, contribuye a la escalada inflacionaria, agrega tensión al frente cambiario y previsiblemente se canaliza en el mercado del dólar informal, resultados que contradicen el objetivo de poner coto al precio del dólar.

martes, 17 de diciembre de 2013

¿Cepo al tarjeteo?: más argentinos ahora tienen problemas para comprar con sus plásticos en el exterior

Ante la falta de dólares oficiales, las tarjetas constituyen la principal forma de financiamiento para gastos fuera del país. Sin embargo, muchos particulares se encuentran sorpresivamente con rechazos al pagar en restaurants o shoppings, pese a tener sus cuentas y saldos en orden. Casos

POR JUAN DIEGO WASILEVSKY

De la mano de los más de 6 millones de argentinos que cada año deciden cruzar la frontera, las tarjetas se convirtieron en sus grandes aliados. 

Desde la instauración del cepo al dólar y frente a los escasos billetes verdes que desde hace dos años viene entregando "cash" la AFIP, los plásticos fueron y continúan siendo el sostén por excelencia de este auge de turismo internacional.

Al trazar una radiografía de los gastos, se observa que, de los u$s10.000 millones que se gastarán este año bajo este concepto, apenas un 30% corresponderá a ítems puramente "turísticos", como pasajes, paquetes, alquiler de autos u hoteles.

El grueso, en cambio, se explicará por "extras", tales como gastos en restaurantes y en esparcimiento, así como compras de ropa o tecnología, ya sea en el exterior como a través de portales de Internet de sitios de China o Estados Unidos.

Esta fuerte sangría de dólares, que este año dejará un déficit de u$s8.000 millones -equiparable al que generará la energía- fue la que disparó nuevos controles oficiales.

En las últimas semanas el Gobierno comenzó a "entorpecer" el ingreso de mercadería comprada por particulares a través de portales de venta online, con la incorporación de nuevas trabas burocráticas, tales como tener que retirar el envío a la terminal de Ezeiza o la obligación de realizar los trámites como si un particular fuese una empresa importadora.

Pero eso no es todo: en los últimos días, se multiplicó la cantidad de argentinos que, fuera del país, están registrando cada vez mayores problemas para realizar compras o cancelar servicios con tarjetas.

En concreto, según confirmó Rubén Sánchez, director de la cadena de agencias de turismo Manjes, con fuerte presencia en Zona Norte, "se disparó el número de operaciones rechazadas en los lugares de destino", una situación que está generando más de un problema para los titulares de los plásticos que ven cómo, ya sea en un shopping o al finalizar una cena en un restaurante, reciben la incómoda noticia de que la transacción fue invalidada.

"Desde hace unas semanas estamos recibiendo cada vez más comentarios de turistas argentinos que están teniendo problemas con sus tarjetas al momento de usarlas fuera del país. Cuentan que al momento de pagar, el sistema se las rechaza y, en casi todos los casos, se trata de plásticos que estaban en regla y con saldo más que suficiente para cubrir esas operaciones", recalcó Sánchez.

Según el empresario, "es un gran dolor de cabeza. En el mejor de los casos, los turistas que sufren estos contratiempos recurren a otras tarjetas o al pago en efectivo. Pero en caso de no contar con esas alternativas, sin dudas los pueden exponer a situaciones muy incómodas".

La "plástico-dependencia"

Cabe destacar que los plásticos estuvieron bajo la lupa del Gobierno desde el primer día desde que se instaurara el cepo al dólar. 

De hecho, los saldos por compras en moneda extranjera, en estos dos años, se dispararon más de un 150%.

De cara a este verano, y tal como diera cuenta iProfesional, en los últimos meses crecieron exponencialmente los pedidos de nuevos plásticos o de extensiones, así como también las solicitudes de ampliación de los límites de gastos, que actualmente suelen equivaler a dos o tres ingresos mensuales de sus titulares, pero que las entidades pueden llevarlos hasta cuatro. 

En diálogo con iProfesional, Laura F., una diseñadora que recién llegó de Miami con su pareja, aseguró que "a lo largo del viaje tuvimos varios problemas a la hora de pagar".

"Una noche cenamos en un restaurante de Fort Lauderdale y, cuando quisimos pagar la cuenta que sumaba cerca de u$s100, nos dijeron que la operación había sido denegada. Hicimos cerca de 10 intentos más y hasta estuvimos 40 minutos al teléfono hablando con Visa Estados Unidos, pero nunca pudimos resolverlo. Así que no tuvimos más remedio que cancelar la cuenta en efectivo", relató.

También aseguró que "el propio gerente del restaurante no se sorprendió. Nos dijo que con las tarjetas argentinas se estaba empezando a volver un problema más habitual".

En tanto, Cecilia E., que trabaja en un estudio contable porteño y viajó hace un par de semanas a Orlando con su familia, destacó a este medio que intentó realizar compras de manera previa a través de la página de Walmart para retirar el producto una vez arribada a Estados Unidos pero nunca pudo concretar la operación.

"Quise realizar una compra por u$s400, que supuestamente estaba confirmada, pero al instante desde Walmart me enviaron un correo que me advertía que tuvieron que cancelar la orden. Intenté en otras dos oportunidades pero sucedió lo mismo. Al final, nunca pude cerrar la transacción pero igual la tarjeta me sumó un gasto de casi u$s1.300 que tuve que gestionar para que me lo cancelaran", relató.

A continuación, uno de los avisos que recibió por parte de Walmart:



En tanto, Carlos S. también hizo referencia a varios "cortocircuitos" con sus plásticos en un viaje a Europa: "En Londres tuvimos problemas para pagar en restaurantes o en algunas tiendas. Menos mal que teníamos tres plásticos, ya que esto nos permitió salir del paso". 

Paralelamente, Romina H., profesional que vive en Palermo, aseguró que el mes pasado viajó a Estados Unidos con su pareja y que contaban con dos tarjetas para efectuar retiros a través de cajeros automáticos al tipo de cambio oficial más el recargo del 35%.

Cabe destacar que, en la actualidad, el tope de extracciones es de u$s800 por mes en países no limítrofes. 

Sin embargo, según explicó, "con una no nos validaban la operación y con la otra apenas nos permitieron retirar unos u$s300".

En este contexto, Sánchez destacó que lo que rige es la "aleatoriedad": "Hay turistas que no tienen ningún tipo de problema durante su viaje pero hay otros que sí están registrando muchas más dificultades que de costumbre".

Frente a esto, el empresario del sector turístico destacó que "a todos nuestros clientes les estamos recomendando que no se confíen. Si viajan y salen de compras o a comer, lo ideal es llevar dos o incluso tres plásticos y siempre es conveniente tener algo de efectivo a mano o una tarjeta de débito para hacer frente a cualquier eventualidad".

Acto seguido, Sánchez acotó que "no hay ninguna normativa oficial que lo avale, pero el rumor que está corriendo es que, por más que un plástico tenga un saldo amplio, en algunos casos se estarían aplicando topes diarios que, una vez superados, pasan a invalidar cualquier operación, lo que obliga a contactarse con la emisora para obtener autorización". 

En este contexto, cabe destacar que en las últimas semanas se produjo un fuerte achicamiento del saldo por compras con tarjeta en moneda extranjera. 

El mismo había arrancado noviembre en u$s560 millones, para luego descender a cerca de u$s400 millones en la primera semana de diciembre, lo que implicó un derrumbe de casi 30% (ver gráfico). 


Las limitaciones de dar más dólares "cash" 

En estos últimos días trascendió que el Gobierno, a través de la AFIP, estaría autorizando una mayor cantidad de dinero cash en moneda extranjera a los turistas que deciden realizar el trámite. 

Cabe destacar que hasta ahora, el criterio por el cual el organismo que dirige Ricardo Echegaray validaba o no el acceso a las divisas, era aleatorio.

Esto generaba que no hubiera reglas claras que determinaran si una persona podía obtener o no los entre u$s80 y u$s100 que decía autorizar la AFIP por cada día que pase una persona en el exterior.

Así las cosas, en las últimas horas se rumoreó que el organismo estaría validando el doble o el triple que hasta poco tiempo. 

Sin embargo, los expertos son muy escépticos frente a esta movida oficial y aseguran que el dinero cash que otorgue la AFIP no podrá compensar lo que los argentinos gastan con tarjeta. 

Esto se debe a que, hasta ahora, la venta de divisas a turistas al tipo de cambio oficial más el recargo del 35%, representa apenas el 4% de lo que cada año se va por el rubro turismo, en tanto que el "tarjeteo" en el exterior significa cerca del 65% del total.

Considerando que este año el Gobierno resignará cerca de u$s10.000 millones, en concepto de turismo internacional, esto implica que el monto que otorga "cash" la AFIP representará unos magros u$s400 millones, frente a los cerca de u$s6.500 millones por uso de plásticos.

Esto revela la fuerte dependencia que generan las tarjetas para los argentinos que cruzan la frontera y las bajas chances que habrá de que la administración K incremente la entrega de efectivo en niveles suficientes como para prescindir más de los plásticos.

Más problemas para los turistas

A los inconvenientes que surgieron con los plásticos en las últimas semanas, se suman las recientes medidas oficiales tendientes a desalentar la salida de dólares por viajes al exterior.

Así las cosas, el mes pasado el Gobierno avanzó con una medida que no hace más que complicar el escenario "post viaje".

Basta recordar que el Banco Central estableció que, para poder cancelar el pago de los consumos en dólares  realizados con tarjeta de crédito, primero se debe saldar la columna de los pesos.

De este modo, quien estaba habituado a pagar un monto por debajo del total de su resumen no podrá cancelar su "columna" en dólares, lo cual trae aparejado un doble costo: por un lado, el incremento del tipo de cambio oficial que es la base de cálculo para liquidar dicho monto y, en segundo lugar, el costo de financiarlo, con tasas que rondan el 18% anual.

A modo de ejemplo, si un argentino regresa al país luego de haber "tarjeteado" u$s1.000, esto equivale a unos $8.490, cifra que surge de considerar el dólar oficial más el recargo del 35% que cobra la AFIP.

Si este no puede cancelar toda la deuda, deberá esperar un total de 45 días -desde realizado el gasto hasta el próximo vencimiento-, por lo cual deberá hacer frente a un mayor interés y al encarecimiento del dólar.

Manteniendo las proyecciones de tipo de cambio para el próximo mes y medio, surge que entre la devaluación y la tasa, este particular deberá hacer frente a una deuda que se elevará $9.330. 

Es decir que, por "patear" unas semanas el pago, tendrá que desembolsar cerca de un 10% más. 

Así las cosas, para los argentinos, estas próximas vacaciones de verano podrían ser un poquito más "frías" de lo habitual en cuanto a consumo, independientemente del "cálido" destino elegido en el exterior. 


lunes, 16 de diciembre de 2013

Para el Indec, la inflación mensual fue 0,9% y la anual llegó a 10,5%

Los resultados son casi tres veces menores a los que miden las consultoras; se espera el nuevo IPC para inicios de 2014

    
Para el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en noviembre los precios en la Capital Federal y el conurbano crecieron 0,9%, casi tres veces menos que la tasa de 2,4% que presentaron anteayer un grupo de diputados de la oposición y que corresponde al promedio de las estimaciones de las consultoras que forman parte del IPC Congreso.

Según el organismo oficial, en lo que va del año los precios acumulan una suba de 9,4%, mientras que la variación frente a noviembre de 2012 fue de 10,5 por ciento. Para los privados, en tanto, la variación interanual fue de 26,4 por ciento.

Para la ex directora de IPC del Indec Graciela Bevacqua la suba de los precios en noviembre fue incluso mayor que la presentada por los diputados de la oposición. Según sus estimaciones, en noviembre los precios subieron 2,5% y la variación frente al mismo mes del año pasado fue de 27,2 por ciento.

El cuestionado índice de precios al consumidor (IPC) con el que el Indec viene calculando las subas de precios desde la intervención del organismo en 2007, será reemplazado a principios de 2014 por un nuevo IPC nacional cuyos resultados, se espera, se acercarán más a los cálculos de las consultoras y de los institutos estadísticos de las provincias.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio plazo hasta marzo para que el país corrija sus estadísticas de inflación y de crecimiento de la economía.

En noviembre, según el Indec, los precios de los alimentos subieron 0,9%; los de transporte y comunicaciones, 1% y los de la indumentaria, 2,3 por ciento. Para Graciela Bevacqua, las variaciones de esos mismos rubros fueron 3,3%, 3,7% y 1,7%, respectivamente.

El Indec también difundió ayer los valores de noviembre de las canastas básicas alimentaria y total, que establecen las líneas de pobreza e indigencia. Para el organismo oficial, una familia tipo de 4 miembros necesitó ingresos por $ 769,60 durante el mes pasado ($ 25,6 por día) para satisfacer sus necesidades alimenticias. En tanto, el valor de la canasta total subió 0,9% en noviembre y llegó a los $ 1750,3, equivalentes a $ 58 diarios..

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