jueves, 31 de octubre de 2013

Aunque lo niegue, el Central pone más trabas a la compra de dólares de bancos

El BCRA redujo sin previo aviso el monto máximo que deben informar las entidades de u$s300.000 a u$s200.000. Afecta los pagos de tarjetas al exterior


Preocupado por una caída de reservas que esta semana había empezado a profundizarse, el Banco Central salió a incrementar las trabas que impone desde hace tiempo a las compras de dólares que hacen los bancos y las casas de cambio en el mercado mayorista oficial.

Desde la mesa de dinero del organismo anunciaron a los ejecutivos, a media rueda, una sorpresiva reducción del límite a partir del cual deben informar sus órdenes de compra, desde los u$s300.000 a los u$s200.000, que impidió operar a una buena parte del mercado y que dejó autorizaciones pendientes para la rueda de hoy, consigna Ambito Financiero este jueves.

Producto de esto, el volumen de la plaza se redujo ayer un 25% y el Central evitó perder reservas tras el derrumbe de u$s500 millones que registró en los últimos dos días. Aún así, el tipo de cambio volvió a subir un centavo y cerró a los $5,91.

El mercado ya había mostrado algunas rarezas desde los inicios. En las mesas de dinero de los bancos empezó a sorprender que, pasado el mediodía, no se vieran prácticamente operaciones.

"Hasta las 14, casi no había arrancado: había negociados sólo u$s3 millones", explicó el operador de una mesa de dinero de una pequeña entidad financiera a este diario. A la espera de las ventas del Central -el único gran oferente de divisas en la Argentina del cepo- aguardaba una fila de ejecutivos, voraces por un billete.

El mercado se activó unas pocas horas antes del cierre, sólo cuando desembarcó en la plaza el organismo oficial; pero, esta vez, con una inesperada traba a la operatoria de dólares: la reducción del límite de dólares que pueden comprar automáticamente las entidades en el mercado mayorista sin pedir su autorización.

El organismo, que les exige desde hace por lo menos cinco meses informar aquellas operaciones que excedan los u$s 300.000, recortó ayer ese monto a los u$s 200.000. Fue un mensaje novedoso que se dispersó desde su mesa de dinero hacia determinadas entidades, y que no fue producto -tampoco esta vez- de una normativa del organismo.

"Como no hay dólares, buscan bajar la salida. Pedalean. Son órdenes habladas, nada escrito. Y generó un embotellamiento que recién se va a resolver mañana (por hoy) porque quedaron complicadas un montón de firmas que no operaron", comentaron en una casa de cambio.

El nuevo tope generó malestar, en principio, por haber desembarcado sin previo aviso: 

"Cambiaron las reglas a mitad de camino. Se borraron algunos órdenes cargadas porque no estaban anunciadas y quedaron para mañana", contó un ejecutivo de una mesa de dinero. Pero, también, por entorpecer aún más el extraño mercado de divisas que vive la Argentina desde 2011.

Desde hace ya más de un mes, el Central le pide a los banqueros que limiten al máximo la compra de dólares que realizan para cumplir con las garantías de los consumos con tarjeta de crédito de los argentinos en el exterior. Son depósitos en dólares que los bancos deben tener de acuerdo con un promedio de gastos en este rubro que hacen sus propios clientes en un plazo determinado.

Pero que, también, empezaron a ser recortados por el organismo. La nueva restricción, confirmada ayer por este diario en grandes entidades del sistema, trascendió al ser publicada por el portal La Política online. Desde el Central, sin embargo, consideraron que se trata de un "disparate total", y dijeron desconocer trabas en el mercado mayorista.

En las entidades consultadas por este diario confiaron ayer en que, para hoy, las operaciones fueran aprobadas. Lo que sí pareció sorprenderlas más fue la precariedad de la medida:"No se les ocurre atacar el causal del problema de la fuga de reservas, sólo ganar un día de respiro", resumió un operador a Ambito Financiero.

miércoles, 30 de octubre de 2013

El dólar "blue" y el oficial retoman la tendencia alcista

En el mercado informal, el billete paralelo alcanza nuevamente los $ 10 para la venta. En el mercado paralelo, la moneda estadounidense subió un centavo y cerró $ 5,90.


El dólar ‘blue’ y el oficial retomaron hoy la tendencia alcista abandonada tras las elecciones legislativas del domingo pasado al experimentar nuevas subas en el mercado informal y formal, respectivamente.

El dólar paralelo se consigue a $ 10 para la venta pasado el mediodía en las cuevas de la city porteña.

Después de los comicios del domingo, la moneda paralela registró una caída de treinta centavos, tras tocar los $ 10,16 en el transcurso de la semana pasada.

Por otro lado, el billete oficial finalizó la rueda con una suba de un centavo en ambas puntas respecto al cierre de ayer, a $ 5,86 para la compra y $ 5,90 en la punta vendedora, en las principales entidades financieras y casas de cambio ubicadas en el microcentro porteño.

En la plaza mayorista del Siopel, el "billete" físico entre bancos subió 0,2%, a 5,9087 y el tipo transferencia mejoró 0,25%, a $ 5,907. En el MEC, el tipo “hoy puesto” creció 1,1%, a $ 5,905 y el “normal puesto” ascendió 0,2%, a $ 5,9075.

Compras con tarjeta por Internet representan la mitad de la ‘fuga de "dólares turistas’"

Operadores y pasajes aéreos suman el 32% de la salida de divisas por turismo. El resto es consumo con tarjetas, del cual 80% son compras online



Los operadores turísticos sólo ocasionaron la salida de u$s332 millones en el segundo trimestre del 2013, lo que representa un 12,8% del total de los egresos en divisas registradas a través del Mercado Unico y Libre de Cambios del Banco Central por turismo.

En tanto, los pasajes aéreos representaron el 19%, con u$s493 millones. El grueso vino por el uso de tarjetas en el exterior, que representó el 64,2%, unos u$s1.665 millones”, le explicó Fabricio Di Giambattista, presidente de la Asociación de Agencias Argentinas de Viajes y Turismo (Aavyt), en una audiencia que tuvo con Guillermo Moreno. La venta de dólar turista a precio oficial representa apenas el 4%.

El secretario de Comercio Interior miraba soprendido los números, cuentan a El Cronista. Lo primero que hizo fue llamar al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, para ponerlo al tanto. La dirigencia de la Aavyt ya había visitado al ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y al secretario de Finanzas, Adrián Cosentino. Lo mismo habían hecho con el ministro de Turismo, Carlos Enrique Meyer.
Además, el 80% de los gastos con tarjetas no son turismo, sino que se asocian a compras web en empresas como Amazon, Apple, a sitios de venta de productos y servicios a precio reducido como el chino Aliexpress, Bestbuy, eBay, como así también al social commerce a partir de redes sociales, como las tiendas de Facebook (f-commerce), películas on demand como Netflix o Netmovies, o bien relacionados con juegos on line, como Candy Crush y Pokerstars”, detalló Di Giambattista, ante lo cual Moreno le dijo que había hecho un muy buen trabajo, por la recopilación de datos conseguidos.

Cuando fueron a contarle esto a Meyer, el ministro de Turismo se quedó conforme, ya que el secretario de Comercio suele ladrar y dirigirse no precisamente con las palabras más diplomáticas a los empresarios.
En el primer semestre de 2013, los egresos por consumos turísticos (pasajes, buques y aeronaves y operadores turísticos) pierden participación en el total de gastos en divisas registrado por el MULC comparado con 2012, a diferencia del uso de tarjetas (mal llamado en el exterior, porque incluyen gastos de argentinos efectuados desde la Argentina para compra de bienes y servicios, extracciones en cajeros para acopio de divisas y otras compras vinculadas a cuestiones no comerciales, como compras de dólares con tarjeta en casas de cambio del exterior para ahorrar), que crecen significativamente”, alertó el presidente de la Aavyt.

Por otra parte, detalló a Moreno que del total de las ventas de pasajes, el 25% es por viajes de negocios, el 20% por estudio o para visitar familiares, y el 55% restante es estrictamente turismo. 

Y de ese total, el 60% son viajes a países limítrofes de Sudamérica, y que la gente suele gastar sólo un 20% más de lo que pagó el paquete.

Asimismo, advirtió que en Brasil las compras por Internet con tarjeta en el exterior tienen un recargo del 8%, que es un impuesto que se paga fijo al gobierno, que no va a cuenta de ganancias ni de bienes personales. Mientras, en Francia y en Estados Unidos analizan incluir un impuesto a las compras por Internet en sitios extranjeros, concluye El Cronista.

La caída de reservas es de las mayores en 100 años


Desde 2010, las reservas del Banco Central (BCRA) no dejan de caer, el país ya estaría registrando desde 2009 la tercera baja de reservas entre las más pronunciadas en los últimos 100 años. 

Desde 2010, las reservas del Banco Central (BCRA) no dejan de caer. Según un informe de Ieral, de la Fundación Mediterránea, el país ya estaría registrando desde 2009 la tercera baja de reservas entre las más pronunciadas en los últimos 100 años.

Anteayer, el BCRA reconoció que las reservas habían perforado la barrera de los 34.000 millones de dólares. Para fin de año, es probable que se ubiquen en torno a los US$ 33.000 millones o menos, lo que equivale al 6,7% del producto bruto interno (PBI).

A ese ritmo, y considerando que el país enfrentará los próximos dos años pagos de deuda en moneda extranjera por US$ 15.400 millones (incluyendo las obligaciones con organismos multilaterales), el Ieral anticipa que en 2015 podrían representar apenas 3,6% del PBI. "Tal guarismo sería el más bajo desde 1981 y pueden encontrarse guarismos similares sólo en un 23% del tiempo en el período de 100 años que va desde 1913 a 2013, y la mayoría de ellos se concentran entre fines de los 40 y principios de los años 80", subraya el informe.

En términos de PBI, la Argentina alcanzó un máximo de reservas en 2009 (15,6% del producto), pero ya cayó nueve puntos desde entonces. Se trata, según el informe, de la tercera baja más relevante en 100 años, después del período 1945-1949 (cuando se desplomaron 20 puntos) y de 1921-1925 (17,9 puntos).

"Es evidente que los períodos de menor nivel de reservas resultan los más frágiles desde el punto de vista macroeconómico y las tasas de devaluación han sido muy superiores", señala el informe..


martes, 29 de octubre de 2013

Una consultora de inversión de EE.UU. prevé valores récord para el "contado con liqui"


El costo de los inversores argentinos para comprar dólares a través del mercado de bonos (una operación que se conoce como "contado con liqui") crecerá a niveles récord para fin de año ante el temor de que el gobierno de Cristina Kirchner implemente nuevas medidas para dificultar aún más el acceso a la moneda extranjera tras las elecciones legislativas del pasado domingo.

Según un estudio de la consultora BancTrust & Co, con sede en Nueva York, en el mercado del "contado con liqui", en el cual los inversores obtienen dólares cambiando activos denominados en pesos por bonos en moneda extranjera, el peso se depreció hasta un 10%, a $ 9,26 por dólar, en los últimos tres meses.

Esto supera el 6,7% de depreciación del peso en el mercado oficial en el mismo lapso, el mayor entre las monedas de los mercados emergentes después del colapso de la rupia indonesia, según detalla un cable de Bloomberg.

El incremento en la demanda de dólares surge ante la especulación de que el Gobierno reforzaría los controles cambiarios después de las elecciones legislativas, ante la necesidad de resguardar al Banco Central de seguir eliminando reservas sin tener que perder votos.

Después de ganar la reelección en octubre de 2011, Cristina ordenó a los exportadores repatriar las ganancias obtenidas en el país, prohibió la compra de dólares como ahorro y golpeó a la población con una tasa del 20% sobe los gastos de tarjetas de crédito para compras en el exterior.

Según BancTrust, el peso se debilitará a entre 10,5 y 11 pesos por dólar para fin de año en función del índice de acciones líderes.

“El gobierno está en un callejón sin salida debido a que estas distorsiones crecientes son difíciles de desmontar”, dijo Hernan Yellati, jefe de investigación de BancTrust. “Esto requerirá un amplio paquete de medidas que tengan un impacto significativo en la confianza que probablemente sólo vendrá con el próximo gobierno en 2016”.

Las reservas del BCRA perforaron la barrera de los u$s 34.000 M

Las reservas internacionales del Banco Central perforaron el piso de los 34.000 millones de dólares y se ubicaron en 33.714 millones, informó el Banco Central.


En lo que va del año, la autoridad monetaria sufrió una caída de 9.564 millones de dólares, como consecuencia del pago de deuda con reservas, de la intervención en el mercado cambiario y la salida de depósitos. En particular, la merma de este lunes fue de 314 millones de dólares, confirmaron desde la autoridad monetaria a ámbito.com. 

Se debió a la venta en el mercado cambiario de 80 millones de dólares y el resto a pagos del Tesoro por importación de energía, agregaron desde el BCRA.

La pérdida de reservas producida desde enero hasta este lunes ya supera con amplitud a la sangría sufrida por la autoridad monetaria entre 2011 y 2012.

Es que, en 2011, se perdieron 5.814 millones de dólares y en 2012, 3.084 millones, que sumados hacen un total de 8.898 millones de la moneda norteamericana.

Si se compara el nivel actual con el récord alcanzado 26 de enero de 2011 de 52.654 millones de dólares, se perdieron 18.940 millones.

Desde fines de octubre, cuando el Gobierno comenzó a implementar el sistema de restricciones cambiarias las reservas bajaron 13.873 millones de dólares, ya que en ese momento estaban en 47.583 millones.

lunes, 28 de octubre de 2013

Vuelve la ‘mini’ devaluación: esperan que el dólar oficial retome su avance al 30% anual


por MATÍAS BARBERÍA Buenos Aires

En la última rueda antes de las elecciones, el Banco Central pareció confirmar las expectativas que tiene el mercado para el tipo de cambio oficial ahora que las urgencias proselitistas desaparecen de la agenda. El mayorista avanzó 1,6 centavo el viernes, su mayor suba diaria del mes, un salto que para analistas y operadores adelanta una aceleración en el ritmo de devaluación para lo que queda del año. La autoridad monetaria vendió u$s 40 millones y extendió sus ventas del mes a u$s 1.500 millones.

Tras mostrar un ritmo de devaluación anualizado de cerca del 49% en agosto pasado, la entidad conducida por Mercedes Marcó del Pont pisó el freno: fue desacelerando la suba del dólar oficial en forma gradual hasta marcar un mínimo del 21% al miércoles pasado.

El mayorista subió 1,2% en enero y fue aumentando su velocidad hasta tocar un máximo de 3,03% en agosto. Tras ese pico, en septiembre marcó un 2,09% y en octubre va camino a cerrar en torno al 2%.

Esa menor velocidad de avance del mayorista fue descartada por casi todo el mercado como un tradicional intento de mostrar calma antes de las elecciones de ayer. Ahora, la expectativa es que Marcó del Pont vuelva a mostrar un avance similar al 3% de suba mensual que le imprimió al oficial en el mes de agosto.

“La notable desaceleración del ritmo devaluatorio debe entenderse bajo la premisa de evitar ruido cambiario antes de las elecciones. Volvería a acelerarse desde la semana próxima”, resume Empiria en su último informe. “Estimamos un dólar de $ 6,20 a $ 6,25 para el cierre del año, una tasa de devaluación anualizada del 30%”, extendió Pedro Rabasa, economista de esa consultora.

Además del calendario político local, claro, el contexto externo ayudó al BCRA a morigerar la devaluación.

En agosto, el real se derretía mientras el mundo apostaba por el fin del estímulo monetario en los EE.UU. Desde entonces, el real se recuperó y facilitó el freno a la devaluación local.

“La reciente desaceleración no deja en claro la política del Banco Central en torno al tipo de cambio, quedando por ver si acelerara nuevamente la devaluación del tipo de cambio oficial por encima de la inflación, para ganar competitividad frente a nuestros socios comerciales, o si volverán a la regla del tipo de cambio real multilateral estable, visto y considerando la debilidad económica actual la última opción no sería la más adecuada”, analizó un informe de Elypsis, consultora que estima un dólar de $ 6,12 para el cierre de este año.

El economista Federico Muñoz también estima en 30% el ritmo de depreciación que retomará el oficial a partir de hoy. “Da la sensación de que los precios no se vieron afectados por la devaluación de agosto, así que entiendo que el BCRA aprovechará para recuperarse del atraso cambiario”, señaló.

viernes, 25 de octubre de 2013

La caída de las reservas pone en jaque a la economía

Los elecciones no dirimen los problemas de la economía. La soja sigue siendo el principal paliativo para sostener un superávit comercial cada vez más acotado por la importación de energía


por HORACIO RIGGI

El complejo mundo Argentina se encamina a transitar, tal vez, los últimos dos años de kirchnerismo. 

No parece una tarea sencilla lo que se viene, de eso se está seguro. Sin embargo, lo que nadie puede asegurar es si para el Gobierno será más fácil acomodar los números de un país con inflación, déficit energético, enjuiciado por los fondos buitres y con un dólar paralelo que extiende cada día su brecha con el oficial, o mantener fieles a los diputados y senadores, los mismos que el pueblo votó para que los represente en un partido, pero que en este país suelen acomodar su discurso y pasar a la oposición sin ruborizarse. 

En principio, en el Congreso, nada debería cambiar. Si los resultados de las elecciones son los previsibles –léase, que el kirchnerismo pierde en todos los grandes distritos pero aún así puede mantener el control legislativo– el Gobierno contaría con el respaldo necesario para seguir aprobando las leyes que considera neurálgicas para sostener la gestión y encaminarse a las elecciones de 2015 con un candidato de sus entrañas y con posibilidades de extender el modelo inaugurado hace una década. 

Sin embargo, en materia política todo eso está por verse. 

Claro que mucho tiene que ver la economía en la política mundial, y a la Argentina en esto le corren las generales de la ley. La inflación, que el Gobierno siempre trató más de ocultar que de encontrarle una solución, está nítidamente a la vista. 

La receta para encontrarle una solución no parece sencilla. Si bien el ministro de Economía es Hernán Lorenzino, la sociedad tiene la sensación de que las herramientas para controlar los precios están diseñadas y aplicadas por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. 

Nadie duda de que Moreno tiene todas las intenciones de frenar la escalada inflacionaria, lo que se discute es si las herramientas que pone en práctica son las adecuadas. Dado los resultados, parece que no. De todos modos, creo que vale la pena preguntar se si frenar la inflación no hubiese tenido algún costo, en el empleo, por ejemplo. Porque hoy, al mismo tiempo que los precios suben, también suben los salarios y, por ahora, se mantiene el empleo. Es decir, en realidad, lo que está sucediendo con la inflación no es que los asalariados están más pobres, lo que ocurre es que la Argentina se está volviendo cada vez más cara, medida en dólares. De muestra sobra un botón: hay récord de turismo pero son más los argentinos que viajan al exterior que los extranjeros que llegan al país. En definitiva, la Argentina está cara en casi todos los rubros, menos lo que el Estado subsidia. Los servicios y el transporte son un ejemplo. 

Los números a septiembre están lejos de ser malos, y son, de alguna forma, una antesala, de lo que puede ocurrir en 2014. Según el estudio Orlando Ferreres & Asociados, “el desempeño que evidenció el sector industrial repercutió favorablemente en el conjunto de la actividad económica. 

Al aumento de la producción del sector automotor, provocado por la demanda local de autos, se sumó el desempeño de la producción de aceites. Además, el sector de la construcción se vio favorecido, principalmente por la mayor obra pública que se está llevando a cabo en un año electoral. La mayor dinámica observada en ambos sectores, el industrial y la construcción, alentaron la actividad comercial y el transporte. Por último, también contribuyó el resultado mensual de la intermediación financiera, que continúa en una senda positiva”, concluye el estudio.

Para 2014, los analistas, piensan que la inflación rondará el 20%, en promedio, un número que ya no asusta a los argentinos. Que así y todo, el país crecerá por lo menos 2% y que el problema de los fondos buitres se solucionará o no implicará grandes cambios en el corto plazo. El comercio exterior, si bien tiene saldo positivo, preocupa. La balanza comercial, sigue siendo positiva, pero cada mes cuenta con menos superávit. A tal situación hay que agregarle otros condimentos que no son del todo manejables: se depende de una buena cosecha, con precios altos de la soja, y del ritmo de Brasil. Si el país vecino, compra menos, o recae, la Argentina sentirá el impacto.

En materia energética el problema está a la vista. El país creció, es cierto, a un ritmo acelerado durante la década, pero las inversiones necesarias para producir más gas y petróleo estuvieron lejos de ser las necesarias. La consecuencia es letal. La Argentina hoy lo que gana por las archifamosas retenciones a la exportación de soja, lo pierde por importación de energía. Para este año, el déficit energético será cercano a los u$s 11.000 millones de dólares, y según los expertos, en 2014 ese número crecerá hasta los u$s 14.000 millones.

La puja entonces radica en cómo se sostiene una Argentina cara y con déficit energético sin realizar cambios bruscos. Por que ese cóctel implica la pérdida de dólares y de competitividad. La disparada del dólar paralelo, o blue, además de ser un negocio para pocos, es la mirada de las expectativas del ‘cruel mercado’. No se trata de buenos o malos. Se trata que nadie cree en el cambio oficial, que así como está beneficia más a los sectores ricos que pueden viajar al exterior y comprar autos importados, que a las arcas de una economía, que ve desangrar las reservas día a día.

El Central busca enfriar expectativas de devaluación


El Banco Central (BCRA) intervino durante toda la semana en el mercado de futuros con el objetivo de recortar la tasa de devaluación del peso y la llevó desde casi un 35% anualizado que se pactaba el lunes al vencimiento de fines de abril de 2014, a un 28,8% para el mismo plazo. En tanto, para fin de año, el futuro de dólar quedó en $ 6,171, es decir, a una tasa del 27,6%.

En la plaza porteña confirmaron la acción del organismo, aunque aclararon que la participación fue distinta a la que se veía en otras oportunidades. “El Central está activo, pero no se muestra del lado oferta, recién cuando alguien quiere comprar un contrato aparece el banco, siempre y cuando le guste la tasa”, detalló un operador que pidió no revelar su nombre.

Mientras que el lunes los futuros quedaron al 34,3% para fines de abril del próximo año, el martes la tasa se fijó al 33,2% en tanto que ayer ya valía menos del 29% anualizado.

La intervención de la autoridad monetaria se reflejó en el volumen de negocios del mercado de futuros: en la sesión de ayer el monto rozó los u$s 100 millones -97,9 millones de dólares-mientras que en la víspera se operaron 117 millones de dólares.

Dado que el BCRA había dejado de lado a este mercado en semanas anteriores -con la intención de no convalidad una mayor devaluación del peso- el volumen era muy reducido, a excepción de las ruedas de fin de mes, momento en el que los inversores compensan sus contratos.

En lo que respecta al mercado mayorista, la moneda estadounidense avanzó seis milésimas ayer, hasta $ 5,87, con ventas por “unos 50 millones de dólares por parte del Banco Central”, según indicaron los operadores.

Por su parte, el dólar de las pizarras cerró a $ 5,88, un centavo arriba. Este avance significa que en el año el billete verde ganó 19,27%.

El volumen fue de 251,50 millones de dólares en el mercado de contado.

Finalmente, las reservas internacionales cayeron ayer 90 millones, hasta los u$s 34.022 millones, una merma de 719 millones en el mes y de 9.268 millones en lo que va de 2013.

cronista.com

jueves, 24 de octubre de 2013

El dólar sigue arriba de $ 10 y se especula con que prohibirían publicar el precio

En su intento de controlarlo, el Gobierno forzó un virtual feriado cambiario en el microcentro; operadores temen el modelo venezolano


Inspectores de la Policía Federal, el BCRA y la AFIP, ayer en la peatonal Florida.

El precio del dólar en el mercado paralelo se mantuvo firme ayer por encima de los $ 10, pese a los intentos del Gobierno de forzar una baja mediante la aplicación de un virtual feriado cambiario en ese mercado.

Los sondeos mostraban operaciones que se pactaron a un promedio de 10,10 a 10,16 pesos, según los momentos del día, es decir, entre dos y ocho centavos arriba del cierre previo y del 72 al 73% por encima del valor del dólar oficial, que, a fuerza de venta de reservas, el Banco Central (BCRA) mantiene estacionado desde hace días en $ 5,87. Ayer, cedió otros US$ 70 millones, con lo que suma ventas por más de US$ 1100 millones en lo que va del mes.

Volvió a quedar a la vista así que la estrategia del amedrentamiento, que ayer incluyó otra vez allanamientos, redadas e inspecciones de la Policía Federal, Prefectura, Gendarmería, el BCRA y la AFIP en el microcentro porteño, tiene un impacto cada vez más limitado para hacer bajar el precio.

Este fracaso, la experiencia venezolana (que en los últimos años ha sido tomada como una referencia para no desdeñar) y el antecedente de cómo el Gobierno atacó el problema de la inflación (mediante la presión a consultoras privadas para que no difundan sus mediciones del IPC) hacen temer a los operadores que, tras las elecciones del domingo, el Gobierno decida prohibir mediante alguna norma la difusión de la cotización del paralelo.

En el mercado creen que esa medida podría ser parte de un paquete que incluiría el aumento de la retención a cuenta de Ganancias sobre los gastos con tarjeta de crédito en el exterior o una cuotificación de esos consumos para evitar que el déficit del sector turístico haga estériles los esfuerzos del Banco Central para detener o, al menos, maquillar el deterioro de las reservas. Esa presunción se basa, una vez más, en la experiencia reciente, que demuestra que el precio del paralelo pega un salto cada vez que el Gobierno endurece las restricciones cambiarias.

Las especulaciones en torno a nuevas medidas toman en cuenta el fracaso de la estrategia represiva a la que apeló el Gobierno para tratar de evitar una nueva crisis por restricción externa y el nerviosismo que mostraron algunos de sus voceros ante la nueva escalada.

"Están queriendo instalar un tipo de cambio que en primer lugar es ilegal y poco significativo", lanzó anteayer el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli, ante la escalada del billete por arriba de $ 10. "Es como si se publicara el precio de la cocaína en un medio de prensa", exclamó. Ayer, Vanoli ensayó una justificación: "Quise decir que la intermediación no autorizada de divisas es un delito, como lo es la comercialización de drogas", aclaró, tal vez sin darse cuenta de que su anterior declaración había sido suscripta por esas horas por Aníbal Fernández: "Cotizar el blue es como cotizar cocaína", dijo el senador oficialista a Radio Del Plata. Por su parte, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, le replicó: "¿Justo él habla de esas cosas? Qué barbaridad", dijo, después de calificar de "disparate" los dichos del senador. A lo que Fernández contestó, vía Twitter: "Rinoscopía y análisis de sangre, cuando quieras. Los dos juntitos".

Ante una situación de estrés similar en la plaza cambiaria informal, Venezuela, donde existen cupos para consumos con tarjetas en divisas, reformó su ley de ilícitos cambiarios a fin de 2007 e incluyó una prohibición explícita para que "cualquier medio, sea persona natural o jurídica, anuncie y/o divulgue de forma escrita, audiovisual, radioeléctrica, informática o por cualquier otro medio" información relacionada con la cotización no oficial del dólar. Argumentó que "al notificarse un precio diferente al que reportaba a diario el gobierno se afectan los precios", y estableció duras penas para quienes burlaran esa veda. También se obligó a los comercios que recibieran dólares por pagos de turistas a publicar que lo hicieron.

Desde entonces ese valor se debe rastrear por Internet, y muchos operadores se refieren al dólar como "la lechuga". "La referencia la dan páginas del extranjero, aunque no regularmente, o hay que rastrearla a través de blogs, y no es fácil porque van mudando de servidor para escapar a persecuciones y multas", explicó el consultor local Federico Muñoz.

Tras la prórroga del blanqueo, ya se exteriorizaron vía Cedin u$s 37 millones

Representa un 10% de lo blanqueado en los tres meses previos. Pero se cancelan más de los que se suscriben. En el mismo plazo se pagaron u$s 48 millones


por MATÍAS BARBERÍA Buenos Aires

Desde que el Gobierno prorrogó el blanqueo hasta ayer se suscribieron casi u$s 37 millones en Certificados de Inversión (Cedin), los títulos con los que se buscaba reactivar el mercado inmobiliario y hasta reemplazar al mercado paralelo de dólares. Sin embargo, la cantidad de certificados en circulación está en retroceso, porque en el mismo período fueron cancelados Cedin por u$s 48 millones.

Ayer se suscribieron 32 Cedin por un valor de $ 1,1 millón y se pagaron u$s 1,9 millón de esos papales. 

En total, se exteriorizaron u$s 378,6 millones desde junio a esta parte por esta vía. Aunque lejos de los objetivos que se había planteado el gabinete económico –buscaba recaudar u$s 4.000 millones– el ritmo de suscripciones es levemente mayor al de los primeros días del plan de exteriorización.

Desde el primero de octubre hasta el día de ayer se suscribieron 801 certificados de inversión por u$s 36,9 millones, según datos del Banco Central. 

El plan de exteriorización de capitales fue lanzado en junio pasado por tres meses y, a pesar de que las divisas blanqueadas no alcanzaron siquiera el 10% de los objetivos planteados al inicio del programa, fue prorrogado por tres meses más a principios de este mes.

En todo el primer trimestre del blanqueo se exteriorizaron u$s 341 millones a través de Cedin. El otro vehículo diseñado para el blanqueo, el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo (Baade), recaudó unos u$s 25 millones. 

El Cedin, emitido en bancos bajo la supervisión del BCRA, sirve para blanquear divisas que luego serán aplicadas a operaciones inmobiliarias. El que lo recibe como forma de pago, puede canjearlos inmediatamente por dólares billete.

El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, pensó que podrían ser utilizados también como un sustituto del dólar blue, en caso de que se lograra generar un mercado secundario de inversores que no los “aplicaran” a la compra de inmuebles.

Aunque la cantidad de Cedin siguió aumentando tras la prórroga del blanqueo, las posibilidades de que se forme un mercado secundario para esos papeles no deja de achicarse.

Desde que se prorrogó el blanqueo, u$s 48 millones en Cedin fueron retirados de circulación por sus tenedores, los vendedores que los recibieron a cambio de sus inmuebles. 

Es decir que, tras la prórroga, la cantidad de papeles en circulación se redujo, ya que las nuevas suscripciones estuvieron por debajo de ese número.

miércoles, 23 de octubre de 2013

El primer funcionario que admite que hay que hacer revisiones al cepo cambiario

"Algunas restricciones quizás tengan que ser revisadas", dijo Alejandro Vanoli, titular de la Comisión Nacional de Valores




El presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli, admitió este miércoles que "algunas restricciones" para adquirir dólares "quizás tengan que ser revisadas" porque "algunos argentinos tienen que ir forzosamente al mercado" paralelo.

Mientras ayer el dólar blue superó la barrera de los 10 pesos, Vanoli quedó en paralelo en el centro de la escena tras afirmar que difundir el valor de la divisa en el mercado no oficial es como "publicar el precio de la cocaína".

"Lo que quise decir es que la intermediación no autorizada de divisas es un delito, como lo es la comercialización de drogas", buscó justificarse hoy.

En ese contexto, al hablar con Radio Del Plata , el titular de la CNV volvió a cargar contra los medios por querer "llevar agua para su molino" en tiempos electorales, y admitió que es el cepo oficial el que termina obligando a la gente a buscar dólares en el mercado paralelo.

"Tenemos una cultura de dolarización que tiene por lo menos 40 años y cualquier oscilación genera una reacción instintiva en los argentinos. En un escenario de elecciones, donde hay medios que están públicamente enfrentados con el Gobierno, hay quienes, como ocurre en todo el mundo, están tratan de llevar agua para su molino y llevar una sensación de turbulencia financiera", explicó.

"Entiendo la reacción del argentino medio en algunos casos, o que algunas restricciones, que quizás tengan que ser revisadas, llevan a que algunos argentinos tengan que ir forzosamente a este mercado", admitió.

Al respecto, señaló la "importancia de crear alternativas financieras, porque hay activos que dan mayor rentabilidad que esta operatoria del dólar ilegal", aseguró.

Respecto de los operativos sobre ese mercado, dijo que la CNV "junto a otros organismos está haciendo operativos, no para perseguir a arbolitos o penalizar a los más chicos, sino para combatir al crimen financiero".

Temor a restricciones post-elecciones llevó al blue nuevamente a $ 10

La debilidad de las reservas, la suba del dólar cobertura y las expectativas de nuevas restricciones cambiarias ayudaron a la suba. La toma de ganancias que sufrió ayer el Merval también ayudó a sumar demanda al dólar paralelo. El dólar blue cerró a $ 10,05 y la brecha con el oficial trepó al 71%. Hubo inspecciones pero sobre el cierre de la rueda


por MATÍAS BARBERÍA Buenos Aires

Cinco meses después de haber superado los $ 10 por unidad, el dólar en el mercado paralelo volvió a alcanzar esa barrera psicológica ayer. A pocas horas de unas elecciones legislativas que traen pocas incógnitas en cuanto al resultado, pero un abismo de dudas respecto de la política económica que vendrá después, el blue cerró a $ 10,05 y la brecha con el oficial quedó en el 71%, lejos del 100% que marcó la la última vez que alcanzó la decena, en mayo pasado.

La City vivió sin euforias la llegada a los $ 10 por unidad, un nivel que se anticipaba como de resistencia.

Operadores consultados por este diario señalaron que la debilidad que muestra el Banco Central en el mercado cambiario, la caída de sus reservas y la suba del “dólar cobertura” (el ratio base monetaria sobre reservas, de $ 9,90).

Ayer, en un mercado cambiario mayorista en el que se operaron sólo u$s 276 millones. La autoridad monetaria admitió haber vendido u$s 40 millones, pero en las mesas calculaban en u$s 100 millones esas ventas. En octubre, el BCRA ya lleva vendidos al menos u$s 1.100 millones de sus reservas para contener el avance del dólar.

El oficial cerró a u$s 5.863. Las reservas quedaron ayer en u$s 34.112 millones, casi u$s 9.200 millones de caída en el año.

“El precio coqueteó con los $ 10 varios días, a ver si surgían resistencias o controles del Gobierno, hoy probó a ver que pasaba”, dijo un cambista.

La reacción oficial fue limitada. Cerca del cierre de la rueda, personal de la Comisión Nacional de Valores (CNV), el BCRA y la Secretaría de Comercio recorrió el microcentro, dificultando las operaciones.

El titular de la CNV, Alejandro Vanoli, dijo que el blue no es representativo y que “dar el precio del blue es como publicar el precio de la cocaína”. El BCRA, por su parte, esterilizó $ 450 millones en su licitación semanal de letras y notas con las que regula la masa monetaria.

En las cuevas contaron que las operaciones fueron fluidas pero modestas en cuanto a volumen y que, la incertidumbre que genera la cercanía de las elecciones hace que muchos se nieguen a vender de más antes de que el mercado se asiente. El precio subió ni más ni menos que 17 centavos en el día. Muchas transacciones quedaron pendientes para hoy.

Analistas consultados, por otra parte, coincidieron en señalar que los fundamentos de la economía impulsan a una suba estable del paralelo, más allá de los precios de coyuntura: caída de reservas, deterioro del “dólar cobertura” y expectativas de una aceleración de la devaluación oficial.

“Ayer también influyó la toma de ganancias que hubo en el Merval (perdió 0,54% ayer, tras subir 98% en el año)”, dijo Carolina Monti, economista de OJF. “Parte de ese dinero prefirió pasar las elecciones refugiado en el dólar paralelo”, concluyo.

“Ante la inflación, la devaluación de los distintos tipos de cambio y el aumento de los activos financierosla gente trata de resguardar el valor de sus ahorros. Mientras el sector público se financie con aportes del Banco Central, el blue seguirá aumentando acorde con el resto de los precios de la economía”, dijo Belisario Álvarez de Toledo, de ACM.

Moreno manda los inspectores a la city para tratar de frenar el avance el blue

Apenas la divisa superó la barrera de los $10, el Secretario de Comercio ordenó a los funcionarios a que vuelvan a las calles para controlarlo



Minutos después de que la cotización del dólar blue superara los $10, el secretario de Comercio Guillermo Moreno ordenó a los inspectores de su cartera que salgan a las calles de la city para recorrer las cuevas y procurar contener la disparada del mercado paralelo.

Algunas mesas del billete informal, ya preveían que esta situación podría darse, ya que viene siendo una práctica habitual de Moreno tratar de controlar el valor del blue aplicando un estricto control. Ante esta situación, ya algunas cuevas habían dejado de vender una vez que ya habían logrado hacer una buena diferencia entre la compra y la venta.

Los operativos de los funcionarios de la Secretaría de Comercio en la city son decididos por el propio Moreno quien monitorea la cotización en el mercado informal. Por caso, el 28 de agosto pasado fueron clausuradas tres oficinas de la calle Florida en las que operaban cuevas supuestamente vinculadas a la barrabrava del club Boca.

En simultáneo y para apuntalar la oferta, el Banco Central desembolsó este martes unos u$s40 millones, que siguen afectando el nivel de las reservas que apenas superan los 34 mil millones de dólares.

martes, 22 de octubre de 2013

Expectativa de inflación de 31% en los próximos 12 meses


Las góndolas reflejan la inflación  

por DOLORES OLVEIRA Buenos Aires

Los argentinos esperan en promedio una inflación del 31,3% en los próximos 12 meses a octubre, una caída en la expectativa de alza en los precios de 1,6 puntos porcentuales respecto de septiembre, dijo ayer el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella.

Según la mediana de las respuestas, la inflación proyectada cayó dos puntos hasta el 28%, indicó el centro de estudios.

“Las expectativas de inflación caen 2 puntos porcentuales luego de once meses consecutivos durante los cuales se situaron en el máximo histórico de 30%”, dijo Guido Sandleris, director del CIF, y añadió que “más allá de esta caída, las expectativas de inflación para los próximos doce meces se mantienen altas”.

La inflación minorista de los últimos 12 meses hasta septiembre fue de un 10,5%, según el estatal Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Pero las mediciones privadas estiman que el alza de los precios supera el 25% anual. Las estadísticas oficiales argentinas están ampliamente desacreditadas por economistas, opositores y hasta empleados del ente que las elabora, que denuncian que son manipuladas. La encuesta de expectativas de inflación del CIF fue elaborada por la consultora Poliarquía sobre la base de 1.210 casos en toda Argentina.

lunes, 21 de octubre de 2013

La "venganza del freezer": se disparan los precios y se teme por "efecto péndulo" tras el congelamiento

La inflación del último mes fue la más alta desde 1991, motorizada por alimentos. Dejó en claro que influyen factores estructurales, además de estacionales. Funcionarios arriesgan insólitas recetas para que argentinos sustituyan productos caros. ¿Influye que haya más pesos en la calle?

POR LUCILA LOPARDO


Ahora, el "freezer" pasa factura: tras meses de precios reprimidos en el marco del congelamiento liderado por Guillermo Moreno, la inflación empieza a cobrar nuevo vigor.

No es una sorpresa, por cierto, porque este tipo de reacciones pendulares forman parte del manual de la política económica intervencionista.

De hecho, la gran mayoría de los analistas habían advertido sobre los peligros que entrañaba "el día despúes" del control de precios, ya que era casi un hecho que se iba a producir una "puesta al día" en aquellos productos que habían sido topeados.

Lejos de los momentos de gloria del congelamiento -cuando se festejaba que la inflación se había estacionado en un nivel del 1,5% mensual- septiembre confirmó que los registros de los últimos meses no habían sido un accidente sino que constituían una tendencia firme.

El 2,11% difundido por el Congreso no sólo ubicó al índice anual otra vez por encima del 25% sino que, además se trató de la mayor suba desde septiembre de 1991, un dato no menor si se tiene en cuenta que debería haber sido un mes tranquilo en términos estacionales.

Alimentos más caros

Pero lo más preocupante del caso tal vez sea que el rubro que lidera el alza de precios es el de alimentos que, por sí mismos, llevarían a un aumento de más del 30% en 2013. Es decir, mayor a la inflación anualizada, según datos difundidos por las consultoras privadas.

Toda una contradicción para un discurso oficial que ha puesto "la defensa de la mesa de los argentinos" como un objetivo central de la política económica.

Lo cierto es que en las últimas semanas el sitio web de la Secretaría de Comercio y el de Defensa del Consumidor se convirtieron en un "portal gastronómico", en los que se pudo acceder a una lista de "vegetales recomendables" y a recetas como "sopa de remolachas" y "papas con acelgas", orientados a mostrar sustitutos de productos caros.

"Los rubros que más aumentaron fueron frutas y verduras", indica Luciano Cohan de la consultora Elypsis, una de las que elabora su propio índice inflacionario.
También hubo una aceleración en el encarecimiento de los panificados. Pese a que Moreno hizo 

"lo imposible" para que se vendiera un pan a $10 el kilo -y hasta recomendó que se elabore en el hogar- el kilo de este producto básico ya ronda los $22.

De esta manera, en Argentina, se llegó al extremo de que una guarnición cueste más que un plato principal con carne.

Para Juan Pablo Paladino, economista de la consultora Ecolatina, el índice de septiembre reflejó el llamado efecto "catch up". Es decir, que luego de seis meses en los que el congelamiento fue exitoso, "se sumó la inflación reprimida en los meses anteriores".

De esta manera, para Paladino, "el congelamiento no logró reducir la inflación sino que le corrió la estacionalidad, y por esto lo que no aumentó antes subió después".

En tanto, varios analistas apuntan a que hay otras cuestiones que incidieron en la suba de alimentos, por lo que puede hablarse de un cóctel de factores estacionales y estructurales, que dejaron a la inflación nuevamente por encima del 2 por ciento.

Rodrigo Álvarez de la consultora Analytica, observa que hay casos en los que por problemas de oferta no se llegó a equiparar el aumento en la demanda.

Alvarez afirma además que -más allá del factor estacional- existe otro componente, que tiene que ver con el ‘descongelamiento' y con las medidas forzadas que se habían tomado para bajar los precios de una gran cantidad de alimentos, que hoy son los que vuelven a subir con fuerza.

Cohan, de Elypsis, también destaca los problemas de oferta: "El de los alimentos frescos es un mercado muy competitivo, en el cual es casi imposible retener stock y los productos se vencen rápidamente".

El argumento de la estacionalidad aparece, para otros, reforzado por el hecho de que el Gobierno "puso más pesos en la calle", por la vía de medidas económicas tales como la actualización del salario mínimo, el alivio en el Impuesto a las Ganancias y la suba de las asignaciones familiares.

"Esta situación implica que hay más plata en el mercado, de la cual una porción incrementa la demanda de alimentos, justo en un contexto en el que la oferta está estancada, lo que produce una mayor presión alcista sobre los precios", argumenta Fausto Spotorno, economista jefe del Estudio Ferreres.

Esto lleva a la pregunta de si el repunte inflacionario constituye un fenómeno meramente estacional o si, más bien, es de carácter estructural.

Para Alvarez, no hay que hacerse ilusiones en el sentido de que la presión inflacionaria ceda en el futuro: "Ahora están incidiendo los dos factores, el estacional y el estructural. Pero lo que estamos viendo es que el problema inflacionario nunca desapareció, sigue más presente que nunca".

Vuelve el viejo debate

Además de la cuestión alimentaria, el último índice inflacionario reavivó un viejo debate entre los economistas argentinos: hasta qué punto puede "culparse" a la fuerte emisión de pesos como principal causante de la inflación.

El hecho de que en los últimos meses se haya notado una moderación en la expansión de dinero ha llevado a algunos a afirmar que puede haber otros factores que estén siendo subestimados.
Para el economista Matías Tombolini, docente de la UBA, lo que está ocurriendo es revelador: 

"Es cierto que la inflación continúa siendo un problema. Podemos ver como fracasó el congelamiento. Sin embargo, se da por tierra el discurso que culpaba a la emisión, ya que este año es mucho menor".

Desde la consultora Econviews destacan que hubo una desaceleración por parte del Banco Central, ya que se pasó de un ritmo de expansión del 40%, a principios de año, a un 25%. A esto se le suma el efecto del aumento del costo del dinero, ya que las tasas de interés se incrementaron.

Sin embargo, los analistas destacan que este freno del Banco Central en la emisión de pesos, en principio no tiene como objetivo controlar la inflación, sino que se orienta directamente a contener un poco la suba del dólar blue.

Desde Econviews afirman que "las autoridades del Banco Central, honestamente, piensan que no existe una gran correlación entre la emisión y la suba de precios".

"Algo que sí han observado es que un exceso de pesos afecta al valor del dólar paralelo y esto, a su vez, incide en la evolución de los productos básicos exportables, como la soja", remarcan.

Esto fue lo que hizo que el Gobierno le haya puesto un tope a "la maquinita" y dado el visto bueno para establecer intereses más altos.

"Se dieron cuenta de que el costo de tener un precio del blue a un nivel más elevado sería aún peor que mantener estos tipos de interés", añaden desde Econviews.

En cuanto al menor ritmo de emisión, Tombolini agrega: "El Ejecutivo pareciera estar recorriendo caminos más ordenados en materia de política económica y fiscal".

Otros analistas creen que en la "nueva" política cambiaria también se pueden hallar los motivos para el repunte inflacionario, dado que ha ido desapareciendo una de las "anclas" que por mucho tiempo fuera usada para que los precios de los bienes y servicios no se disparen aun más.

"Al aumentar la velocidad de la suba del dólar, es inevitable que se produzca un empuje en el resto de los precios de la economía", señala Spotorno, del Estudio Ferreres.

La hora del sinceramiento

Septiembre confirmó lo que todos sospechaban: que la tregua inflacionaria de la primera mitad del año no era la norma, sino la excepción.

Y que, como demuestra la historia, el final del congelamiento no podía ser otro que un regreso a los niveles altos de aumentos de precios.

Para peor, en el último trimestre del año es cuando aumenta la presión sobre el fisco, por las obligaciones financieras del Gobierno, lo que habitualmente lleva a un incremento en la emisión de pesos.

Así describe la situación Economía & Regiones, la consultora de Rogelio Frigerio: "De aquí a fin de año el Banco Central va a tener que emitir más para financiar al Tesoro. Cada vez habrá más moneda local y menos dólares en el mercado y el tipo de cambio de cobertura se incrementará".

"Como resultado de esta mayor emisión, la inflación se aceleraría suavemente y, por ende, las expectativas de devaluación e inflación continuarían en alza", agrega.

Lo cierto es que ya no se ven a los militantes de La Cámpora vigilando las remarcaciones de precios con sus pecheras de "Mirar para cuidar". Y casi nadie se acuerda de que existe una tarjeta "Supercard", ideada para combatir la inflación.

El congelamiento dio lo que podía dar. Y ahora se hacen sentir sus costos de efecto retardado. Sin soluciones "mágicas" a la vista, la inflación vuelve a ser la de siempre.

Récord: el dólar preelectoral muestra la mayor suba de los últimos 20 años

Su movimiento ascendente se debe a la expectativa del sector privado de mayores restricciones para acceder al mercado luego del comicio


El temor a más trabas cambiarias y el olor a transición política que tienen los comicios del próximo domingo le dieron razones al dólar para mostrar su mayor variación en más de 20 años. Nunca, ni en la convertibilidad ni durante esta década, el tipo de cambio había subido tanto antes de una elección.

En el mercado atribuyen la estampida a una expectativa del sector privado respecto de mayores restricciones sobre el dólar y de que la transición política podría sumar desconfianza, publica Ambito Financiero este lunes.

La divisa oficial, que siempre muestra fuertes movimientos en los meses previos a los comicios, avanzó casi 40 centavos en el último trimestre (un 7%, pero a un ritmo del 28% anual), y unos 10 sólo en los últimos 30 días (el 1,7%, pero al 20% anual). La comparación es todavía más llamativa en el mercado paralelo, en donde el avance fue de 53 centavos, y el billete podría pasar ya los 10 pesos.

"Parece ser una suma de cosas: sobre la base de un entorno macro más delicado, en donde no para de crecer el déficit fiscal, hay ahora incertidumbre a nivel político sobre cómo sigue el modelo y qué va a hacer el Gobierno", comentó al matutino el economista José Luis Espert.

En las cinco elecciones anteriores, tanto en las presidenciales como en las legislativas, el dólar sólo cayó en una. Fue la de 2003, que enfrentó a Néstor Kirchner con Carlos Menem, y que llegó con una caída del 9,4% en el trimestre anterior y del 2,2% durante el último mes. En las otras cuatro, en cambio, la divisa subió entre el 2% y el 4% en los 90 días previos (nunca más de 14 centavos); y hasta el 1,45% en 30 días.

A la espera del 27 de octubre, el dólar trepa ahora a pesar de que el Central ya vendió, en quince días, unos u$s 700 millones para evitarlo. La política cambiaria parece confirmar como tendencia un drenaje de u$s1.000 millones al mes sólo por estas intervenciones. Las reservas, que antes caían por el pago de obligaciones con acreedores del exterior, se desarman de a poco por la mayor demanda de bancos y empresas en el mercado mayorista.

"Hay un tema que no es menor: se ha instalado la expectativa de que el Gobierno va a hacer algo sobre el turismo. Y quedó claro que esto tiene impacto sobre la brecha cambiaria y el paralelo", advirtió el economista Rodrigo Álvarez a Ambito Financiero.

El "blue" quedó el viernes en $9,80, a sólo 20 centavos de la barrera que el Gobierno se esmera en evitar antes del domingo. Es, curiosamente, el mismo dólar que está implícito en la relación de las reservas del Central y los pesos que circulan.


viernes, 18 de octubre de 2013

Las cuevas ya tienen una lista de espera para poder comprar dólares

Grandes empresas buscan cubrirse ante un eventual desdoblamiento después de las elecciones. El volumen es muy reducido. Nadie quiere quedarse con pesos


MARIANO GORODISCH 

“El mes pasado un firme por cinco gambas te lo daba en el día”, cuenta un cuevero, en referencia a una empresa que quiera realizar una compra por u$s 500.000, operatoria para la cual hoy debería aguardar toda una semana para poder concretarla. Es que, en la jornada de ayer, el volumen operado fue ínfimo y escasas transacciones provocaron una suba del billete de 9 centavos, que terminó en $ 9,85 vendedor.

“Al ser un mercado tan chico, los grandes jugadores suben y bajan la cotización con muy poca plata. No hay componente de demanda, esto se ha convertido en un gran escolazo, es especulación pura”, indican en las financieras.

“Para darte una idea, cada orden de compra de u$s 100.000 te lo sube un centavo. Para poder hacer negocios, a las mesas les conviene que haya volatilidad, sino con una cotización estable no ganan nada, entonces la provocan. No por nada a la mañana arrancó en $ 9,80, luego bajó a $ 9,76, subió hasta $ 9,90 y se terminó cayendo a $ 9,85”, revela un cambista, quien notó presencia de grandes empresas en estas jornadas, tanto de constructoras, compañías de seguro y hasta cerealeras, con gran apetito por el billete, como forma de cobertura ante un eventual desdoblamiento o cambio en las reglas de juego después de las elecciones legislativas.

“Si hoy me querés comprar u$s 500.000 te tengo que partir la operación en cinco días. Con suerte en una jornada te puedo conseguir u$s 100.000, pero tengo que hacer partida: ir a dos mayoristas distintos. Y los u$s 400.000 restantes quedarán pendientes a lo largo de toda la semana que viene. Eso sí: no te puedo cerrar precio, sino que lo tenemos que ir viendo día tras día: de acuerdo a la cotización de cada jornada vamos cerrando una parte”, advierte el cuevero.

“Lo único que podés hacer hoy es vender bien, porque comprar dólares en cantidad es imposible”, comenta otro conocedor del ambiente informal, quien afirma que el incremento de diez centavos del contado con liqui, de $ 9,10 a $ 9,20, fue otro motivo para la trepada del billete en el circuito informal.

¿Cuáles son las perspectivas para el dólar de acá hasta las elecciones?

“Las financieras quieren tenerlo contento a Morenito, así que no van a dejar que el billete llegue al dólar Messi de $ 10, porque saben que los dos dígitos lo van a desesperar y comenzará de vuelta con los controles y presiones en la City. Pero para fin de año vemos el billete entre $ 12 y $ 13”, sostienen en la plaza cambiaria del microcentro porteño, donde ayer hubo rumores de operativos que finalmente no se concretaron.

“A los grandes jugadores nunca los tocan: la cueva de la barra brava de Boca era una más del montón, con mucha exposición por el ejército de arbolitos que tenía en Florida, pero nada más. Encima, el operativo fue de Policía por el tema de las entradas truchas, pero la Comisión Nacional de Valores se subió rápido a la movida diciendo que fueron elllos los que habían desbaratado la banda, cuando todos sabemos que no fue así”, indica un conocedor del ambiente.

“La baja del billete de comienzos de la semana pasada obedeció a paros que hubo en el Nación y en el Provincia, lo que provocó una falta de pesos en la calle, ya que no se podía sacar plata de esos bancos. Eso provocó una leve caída, que luego repuntó”, señalan.

jueves, 17 de octubre de 2013

Argentinos apuran viajes y empresarios locales ya "especulan" con tarifas por si asoma nuevo dólar turista

Un juego de especulaciones se teje para esta temporada. En agencias afirman que tienen pedidos de paquetes al exterior hasta abril de 2014. En tanto, comerciantes locales "retacean" precios por si se encarece viajar fuera del país, lo que les daría mayor margen para aumentar. Comparativo


POR JUAN DIEGO WASILEVSKY

Planear las vacaciones de verano usualmente suele estar relacionado con una  una tarea placentera, en la cual confluyen deseos, expectativas y, claro está, el nivel de presupuesto.

Sin embargo, en este último tiempo, planificar qué hacer durante la temporada veraniega se ha vuelto para los argentinos una labor nada sencilla, dado que hay que manejar variables tan complicadas como tipo de cambio oficial, la evolución del blue, e incluso proyectar escenarios futuros de restricciones al uso de plásticos.

Lo que se dice, especialidades más propias de un economista o de un analista financiero que de un "clase media" que pretende "recargar pilas" para el resto del año.

A la hora de poner en la balanza la conveniencia de descansar en el exterior o viajar dentro de las fronteras del país, hay una realidad ineludible que genera que los argentinos tengan que ser más cuidadosos en sus cálculos, dado que los bolsillos hoy por hoy lucen un poco menos holgados que hace un año. 

Y estas menores espaldas por parte de los turistas están vinculadas con:

Salarios que vienen creciendo a la par o por debajo de la inflación: este año, los ingresos en el sector privado experimentaron una mejora promedio del 24%, en tanto que las proyecciones para el índice de precios marcan un alza de entre el 25% al 27%.

Según la consultora Econviews, "los salarios acumulan una caída del 0,3% en términos reales, cifra que refleja la incapacidad del ingreso para impulsar el consumo".

A primera vista parece una contracción pequeña, pero es un dato clave teniendo en cuenta que marca un punto de inflexión luego de años con remuneraciones muy por encima de la suba de precios.

Restricciones oficiales: quienes quieran realizar un viaje al exterior, este año deben incluir en sus cálculos un ítem que el año pasado no existía: el recargo del 20% a la compra de paquetes y aéreos, que entró en vigencia recién en marzo pasado. A esto se suma el incremento de 5 puntos porcentuales a los gastos realizados con tarjetas, tasa que también se fijó en un 20%.

Si bien dichos recargos se aplican a cuenta del Impuesto a las Ganancias y de Bienes Personales, las estadísticas oficiales ya demostraron que un muy pequeño porcentaje de los turistas termina reclamando el reintegro.

Aceleración de la tasa de devaluación: desde julio, el tipo de cambio oficial viene experimentando un alza mensual promedio del 2,2%. Así las cosas, analistas prevén que el dólar fijado por el BCRA se ubicará, en diciembre, entre los $6,25 y los $6,40, lo que marcaría una tasa de devaluación anual cercana al 30%. Esto encarece de manera directa los precios en pesos de los paquetes al exterior.

• Blue en alza: el valor del dólar paralelo no es una variable menor, teniendo en cuenta que la AFIP siempre "retacea" la entrega de divisas "cash" a los turistas que acudan al organismo para hacerse de efectivo. Por lo pronto, de mantenerse la actual brecha con el oficial -superior al 60%-, el informal superaría cómodamente los $10 hacia finales de año.

Todo este combo genera que aquellos que evalúen viajar al exterior deban ser cuidadosos con sus cálculos. El siguiente ejemplo permite analizar este cambio de escenario: 

En octubre del año pasado, contratar un viaje a Punta Cana para el mes de enero con hospedaje en un hotel 4 estrellas y con régimen all inclusive, tenía un costo de u$s3.100 que por persona. Esto arrojaba un valor equivalente a $14.700 considerando un tipo de cambio de $4,73. De modo que una pareja debía abonar un total de $29.400 por paquete.

Considerando que en ese entonces el salario promedio neto para el sector privado en Ciudad de Buenos Aires era de $8.000, contratar ese viaje equivalía a 3,8 remuneraciones.

En la actualidad, ese mismo paquete se ofrece a un valor de u$s3.700, con recargo del 20% incluido. Así las cosas, al tipo de cambio actual, esta opción tiene un costo de $21.608. De modo que la pareja deberá abonar un total de $43.200.

Esto implica un 47% más que el año pasado, medido en términos de moneda local. Sin embargo, la mejora salarial del 24% licuó en parte el impacto del combo "devaluación + recargo": así, en lugar de los 3,8 salarios del año pasado, esta misma pareja ahora necesitará de 4,3 ingresos promedio.

El panorama no luce mucho mejor para aquellos turistas que estén planeando vacacionar dentro del país: con una tasa de inflación que podría llegar o incluso superar el 27%, los precios vigentes para los principales centros de veraneo prometen sumar polémica a un verano que se perfila "caliente".

Si bien empresarios del rubro hotelero y gastronómico se comprometieron días atrás a manejarse con una pauta de inflación del 15% respecto a enero del año pasado, las experiencias indican que todo se moverá en función de la demanda.

"Los precios acordados nunca se terminan cumpliendo. Si la temporada es buena hay que prepararse para ajustes importantes, incluso por encima de la tasa de inflación", alertó en diálogo con iProfesional un reconocido empresario del sector turístico y actual directivo de la Asociación Argentina de Agencias de Viaje (Aaavyt).

¿Cómo se definirá este "partido" clave entre los destinos internacionales y los domésticos, que obligaría a la clase media a tener que enfrentar un gasto mayor al previsto para salir de vacaciones? La respuesta está en el tenor que eventualmente tengan las medidas restrictivas que aplique el Gobierno al turismo internacional.

Para Gabriel Caamaño Gómez, economista del Estudio Ledesma, la relación entre el turismo internacional y el local es directa: si se encarece cruzar la frontera, indefectiblemente esto repercutirá en los valores que deberán pagar los argentinos en los destinos domésticos, ya que éstos también se ajustarán al alza.

En este contexto, expertos y operadores alertaron a este medio que comenzó a darse una preocupante práctica especulativa por parte de algunos empresarios turísticos locales, que están retrasando la fijación de precios a la espera de conocer qué tipo de restricciones implementará la administración kirchnerista a los gastos con tarjeta y a la compra de paquetes y aéreos en el exterior.

"La incertidumbre previa a las elecciones se está sintiendo mucho en el sector turístico. Toda la expectativa está puesta en el día después y en las medidas que podría aplicar el Gobierno", aseguró Caamaño Gómez, quien confirmó que "la mayoría de los empresarios locales está optando por demorar la fijación de precios a la espera de ver si se encarecerán los viajes al exterior". 

Para el experto, hay un comportamiento claramente especulativo, "que lleva a que muchos retrasen la publicación de sus tarifas de cara al próximo verano".

Tomás Ryan, reconocido operador y ex presidente de la Aaayt confirmó a iProfesional que está viendo en el sector "mucha incertidumbre", generada "por lo que pueda pasar con el "dólar turista".

En tanto, el actual directivo de la Aaayt, que pidió estricto off the record, recalcó que, si bien las tarifas para el mercado doméstico tienden a conocerse con posterioridad a las de los destinos internacionales, está habiendo una demora mayor a la habitual.

"Algunos precios se van consiguiendo, pero el que puede los demora, a la espera de ver cómo viene la tendencia. El objetivo, claramente está en especular con ver cuánto terminará saliendo viajar al exterior y a partir de ahí hacer pública su política tarifaria", disparó.

De este modo, el directivo aseguró que "si el Gobierno llegase a avanzar con un incremento del recargo, llevándolo a un 35% -el tope permitido- o si directamente desdoblase el tipo de cambio, fijando un precio libre pero cercano al blue, entonces hay que olvidarse de que se respete el compromiso de ajustar los precios solamente un 15%".

En este contexto, desde un reconocido apart hotel de Mar del Plata, uno de los responsables de venta aseguró a iProfesional que estaban "sugiriendo" a los interesados que pedían cotizaciones que se apuren a cerrar la compra, dado que a partir de noviembre sobrevendría un ajuste de tarifas.

Pese a todo, el mercado local sigue caro

Un aspecto muy llamativo en esta "guerra" entre destinos nacionales e internacionales, es que, pese al mencionado recargo del 20% y a la devaluación, que terminó encareciendo las tarifas en pesos, actualmente continúan existiendo opciones en el exterior que terminan costando lo mismo o incluso menos que alternativas en el mercado local. 

Así, hoy es posible contratar un viaje durante 8 noches a las playas de Isla Margarita, con aéreos, traslados y servicio all inclusive en un hotel 3 estrellas, por un valor de $25.700 para dos personas.

Esta cifra es muy similar a lo que cuestan las 8 noches en un complejo de departamentos de 1 ambiente con jacuzzi en Cariló. Incluidos los gastos del viaje en auto y comidas, el presupuesto requerido será de $25.500 por pareja.

En tanto, si dos personas deciden viajar en enero a Viña del Mar, Chile, deberán desembolsar unos $8.490 (con recargo incluido) entre aéreos y hospedaje en un hotel 3 estrellas.

Este valor es similar al costo que se deberán abonar por dos pasajes a Mendoza y 7 noches en un hotel céntrico de cuatro estrellas ($8.000). 

Las diferencias se hacen más notables al comparar otros destinos: una pareja que decida viajar a Río de Janeiro, por ejemplo, y elija hospedarse en un hotel cuatro estrellas como el Premier Copacabana, terminará abonando el equivalente a $14.576.

Como contrapartida, quien prefiera una semana en una cabaña frente al mar en Mar del Plata terminará gastando más de $16.000, tal como se observa a continuación: 


Las diferencias también saltan a la luz en otros servicios, como el alquiler de un auto.

A través de sitios como Despegar.com se puede rentar un Chevrolet Corsa por una semana, retirándolo desde un aeropuerto provincial como el de Mendoza, por un valor de $2.352.

En tanto, un turista que viaje a Estados Unidos y decida alquilar un auto en la terminal de Miami, podrá desembolsar $300 menos y disfrutar una semana de un Ford Mustang cabrio (ver imagen a continuación) u optar por un vehículo compacto y pagar un 50% menos que en la Argentina.


El financiamiento, clave a la hora de elegir

La otra variable que pesa al decidir el destino para veranear es el "efecto cuota".

Sucede que las plazas internacionales ofrecen, como base, la posibilidad de financiar el viaje en 12 meses, con posibilidades de extender el plan de cuotas hasta 18 o incluso 24, dependiendo de los bancos y las promociones vigentes.

En cambio Para los destinos domésticos, hay un buen menú de tarjetas y plazos para costear los aéreos, pero no así para la hotelería. El financiamiento puede llegar a alcanzar los 12 meses, pero el "menú" de plásticos aceptados para esta opción se encuentra mucho más reducido.

De modo que las opciones que más abundan a la hora de viajar dentro del país son las tres cuotas sin interés.

Así, la "pulseada" por el financiamiento, por ahora la siguen ganando los destinos internacionales.

Argentinos, más previsores

Más allá de las conveniencias de precios, la incertidumbre lleva a que cada vez más argentinos se pregunten qué tipo de medida tomará el Gobierno en contra del turismo internacional para intentar ponerle un freno a un déficit sectorial que, se estima, este año rondará los u$s7.000 millones, una cifra elevada teniendo en cuenta que hace apenas tres años esta actividad no sólo no le restaba sino que le sumaba divisas al BCRA.

Los operadores consultados por este medio coincidieron en que, producto de la incertidumbre post elecciones, se adelantaron las compras para los destinos internacionales.

Alejandro Camera, director de la agencia Tours and Travel, destacó que "las ventas arrancaron un mes antes", en tanto que aseguró tener clientes que "ya están consultando y buscando cerrar paquetes para Semana Santa de 2014".

Este adelantamiento con el que buscan cubrirse muchos argentinos, contrasta fuertemente con la "quietud" que se vive en el plano local, dado que -como se mencionó- hay empresarios que especulan con la llegada de lo que consideran las inminentes restricciones oficiales antes de salir a promocionar sus destinos.

Estas potenciales medidas son las que, además, generaron un "cambio de menú" a la hora de contratar servicios en el exterior.

El consenso entre los operadores es que la tendencia de acordar la mayor cantidad posible de servicios desde la Argentina se acrecentó respecto de la temporada anterior.

Este comportamiento de "cobertura" frente al riesgo, generó que estén ganando terreno los cruceros, que ofrecen un régimen del tipo all inclusive, que permite, una vez a bordo, darle "descanso" a la tarjeta.

Empresas de turismo como Falabella Viajes están desplegando un nutrido menú de opciones de cruceros, con valores que parten desde los $3.200 por persona (recargo de la AFIP incluido) por viajes de cuatro días de duración y con la posibilidad de cancelarlo en 12 cuotas sin interés:


Dentro del cambio de "estrategias" por parte de los argentinos, también están ganando adeptos los paquetes que ofrecen aéreos y hoteles con pensión completa, que permiten pagar de antemano algunos gastos cotidianos como la gastronomía.

De este modo, los turistas buscan evitar tener que "hacer trabajar" a sus plásticos en el lugar de destino, exponiéndose a eventuales medidas, como una suba del recargo que impone la AFIP, el cual -se especula- podría llegar al 35%.

El partido lo definirá el Gobierno que, dependiendo de qué medidas finalmente adopte, determinará si esta temporada será la última con millones de argentinos cruzando la frontera. 


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