En los últimos meses la caída de las reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina es noticia casi cotidiana.
Y la posibilidad de que las arcas se queden sin dólares, es un temor que pocos se atreven a pronunciar en voz alta.
En los primeros días de diciembre, las reservas se ubican apenas por encima de los 30 mil millones de dólares, un nivel que no marcaba desde hace 7 años.
Sin embargo, ¿qué pasa si alejamos la lupa y observamos la evolución de las reservas en los últimos 30 años?
Según economistas consultados por Cronista.com, si al ritmo de las reservas se lo compara con el nivel de importaciones, el Producto Interno Bruto y la Base monetaria, se muestra un resultado más fidedigno de cuán mala es la caída de las reservas y por consecuencia cómo está la economía del país. (ver gráfico interactivo)
Los datos del Banco Central muestran que las reservas, en términos absolutos, se ubican en los primeros días de diciembre en un nivel menor que en el año 2000, antes de la crisis.
“Las reservas están en una situación preocupante ya que caen a un ritmo de mil millones de dólares por mes. En un país con tendencia cultural a la devaluación, tiene riesgos. En un país desarrollado no se habla tanto de reservas”, señala Eduardo Fracchia, economista y profesor de la Universidad Austral.
Al comparar la evolución de las reservas con la de importaciones, se ve una brecha cada vez mayor en los últimos años. En 2010, el nivel de reservas se ubicaba en los 52.145 millones de dólares y el de importaciones, en u$s 56.793 millones. Sin embargo, en los que va de 2013, las importaciones se ubican en los u$s 56.338 millones, mientras que las reservas siguen en picada y el 10 de diciembre cerraron en u$s 30.500 millones.
Con la base monetaria sucede algo parecido. Según cifras de la consultora FIEL, en 2010 esta última se ubicó en los u$s 39.257 millones, por debajo de las reservas que terminaron en u$s 52.145 millones. En 2012, la base monetaria se disparó a los u$s 59.697 millones, mientras que las reservas comenzaron su sangría a fines del año pasado cuando terminaron en u$s 43.290 millones.
Y así las comparaciones siguen en los últimos 30 años.
Para Fracchia, “la causa del descenso está en que el dólar oficial está muy por debajo y la gente tiende a comprar la mercadería barata”. “La emisión para cerrar el déficit fiscal implica que esos pesos vayan al dólar presionando sobre las reservas. “Otra variable estructural que influye es la cuenta corriente negativa y la falta de ingresos de dólares a la economía”, explicó.
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